domingo, 8 de abril de 2007

Una playita en el centro de los Balcanes...

Belgrado está casi muerto. En el año y medio que llevo viviendo en esta ciudad jamás había visto este grado de desertización de la ciudad. Y es que eran las 9.30 de un sábado soleado y con unas temperaturas más que agradables (motivo suficiente para que las terrazas y calles estuviesen repletas) y el pleno centro estaba desierto. En el paso de cebra más transitado, el de la Plaza de la República, no había ni rastro de humanidad belgradense. Y es que no me extraña que muchos hayan aprovechado estos días para escapar de la ciudad, teniendo en cuenta que el lunes es fiesta y que la metereología acompaña. Yo, sin embargo, he decidido quedarme al final en Belgrado. Ayer tenía que trabajar y me apetecían días de descanso, de desconexión, y un viaje me supondría más agotamiento del que tengo, si bien me hubiese resultado bueno para la desconexión mental. Pero bueno, tengo previsto viajar un poquito el próximo mes, así que abril me lo voy a tomar relajadito, que hace muuuuucho tiempo que no me paso un mes entero en Belgrado. Desde noviembre, diría yo. Así que ayer, como buena belgradense, me fui a Ada, un pequeño lago artificial creado a orillas del Danubio en donde estos serbios creen tener su playa particular: con chiringuitos, playas de arena y grava, hamacas, sombrillas, colchonetas, catamaranes, redes y pistas para jugar a voley playa,...




incluso hasta 500 metros de playa nudista. Aquí dejo la prueba, aunque en cirílico (obala naturista):




Si bien es cierto que no es, ni en broma, como una de nuestras playas, se agradece el ambiente cuando el mar queda relativamente lejos. Así que, muy a mi pesar, me parece que este será el lugar en donde tendré que aventurarme si quiero coger un poquito de color y refrescarme del agobiante calor belgradense que me han dicho que azota la zona en los meses de verano. Ya os contaré. Lo bonito de Ada es que, además de "playa", es bosque, zona de descanso, de deporte, aunque es cierto que Belgrado tiene muchíiiiiiiiiiiiiiiiiisimas áreas así. Algún día colgaré fotos del paseo del Danubio, que me parece precioso, y os mostraré los splavovi o bares flotantes :)


La tarde terminó en Ada, después de 2 horas y media de caminar, de darle la vuelta a este pequeño laguito con 8 kilómetros de perímetro. El resultado: bastante dolor de pies, pero un color anaranjado del agua durante la puesta de sol que valió la pena.












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