domingo, 17 de febrero de 2008

17 de febrero de 2008

Son alrededor de las 4 de la tarde y las cadenas de televisión serbias, en plena sesión de “tarde de cine”, interrumpen por momentos su programación para conectar en directo con el parlamento kosovar. La emisión dura escasos segundos. En seguida, vuelta a la normalidad. Es como quien está nervioso porque algo está sucediendo y se tapa los ojos pero entreabre los dedos, como no queriéndose perder lo que pasa. A los pocos minutos, primeras manifestaciones de alegría en Pristina y primeras reacciones violentas en Belgrado, en donde sienten que “la cuna de su patria les ha sido injustamente arrebatada”.

Sentada en el sofá, con el ordenador en el regazo, no sé qué sentir… No me sé (ni creo que quiero) posicionar, pero supongo que el sentimiento de los que me rodea me invade. ¡Te han comido la cabeza!, pensarán muchos. Pues es posible, pero del mismo modo siento que las potencias occidentales se la han comido a muchos de mis compatriotas. En estas viejas historias, corre la sangre en ambas partes muchas veces, y no hay pelea alguna si dos no quieren. Y me molesta la frialdad con la que habla mucha gente en España. Supongo que hay que estar aquí para vivirlo de otra manera.

Que Kosovo sea independiente o no, como he dicho, ni me va, ni me viene. Pero no puedo dejar de pensar en los serbios que han quedado en los enclaves del ahora territorio kosovar “independiente”. De primera mano sé que viven con cortes constantes de agua y electricidad, que viven con el miedo metido en el cuerpo, como seguramente vivió en tiempos de Milosevic la población albanesa. Culpables unos, y culpables los otros.

Horas más tarde, vienen unos amigos a tomar café a casa. No nos atrevemos a salir de la calle por todo el revuelto que hay, que a medida que pasan los minutos se va volviendo más y más violento. Uno de ellos vivió en Pristina a finales de los 90, cuando se vivieron algunos de los momentos más críticos en la provincia; cuando la OTAN tuvo que intervenir y bombardear Serbia. Mientras tomamos café, cuenta en todo dulce y amargo a un tiempo la historia de Jelena, su hermana. Hace 3 años, el 17 de marzo de 2005, el día del comienzo de aquellas 3 jornadas sangrientas en las que extremistas albaneses arrasaron aldeas kosovares serbias, entre otras cosas, Jelena dio a luz a Vuk, su primer hijo, y cuyo nombre significa “Lobo”. Fueron días de nerviosismo, miedo y desconcierto,… Vuk fue el primero de los 6 varones que nacieron en la pequeña aldea de G., a escasos 6 kilómetros de la capital kosovar. Todos hombres. Cuenta la leyenda que en tiempos de guerra nacen más hombres que mujeres, historia que, afortunadamente, no me atrevo a rebatir. Hoy, 17 de febrero de 2008, día de la independencia kosovar, vuelve a reinar la incertidumbre en aquellas aldeas serbias. Tres años después, curiosamente, Jelena vuelve a dar a luz. Esta vez es niña: Mirna, que significa “tranquilidad”. Casualidad o no, todo parece un deseo de esos anhelados tiempos de paz. Pero sólo el tiempo lo dirá.

sábado, 16 de febrero de 2008

Revueltos

¡Vaya cosa rara! Como cada fin de semana, sigo sentada frente a la pantalla de ordenador y mi ventana (ya falta poco, muyyy poco para terminar). Hoy nieva, algo poco extraño dadas las fechas en las que estamos. Incluso en ciertos momentos, lo hace con intensidad. Pero lo curioso es que al mismo tiempo hay sol. Sé que es lógico y más que posible que dicha mezcla se dé, pero la sensación resulta, cuanto menos, extraña. La metereología y el los ánimos del país andan igual de revueltos. Kosovo ya tiene día y hora para su independencia: mañana. ¿Qué será, será?

jueves, 7 de febrero de 2008

...

Tal día como hoy, a falta de un cálido abrazo y mil besos debido a la distancia, me hubiera encantado coger el teléfono y dedicarle mil cariños a mi querida Elvira. Tal día como hoy habría cambiado el cero de su novena década por un uno, y estoy convencida de que habría esperado este día con impaciencia, contando con sumo cuidado los días, las horas, los minutos… que le faltaban. Supongo que era fruto de la edad, de esa etapa de la vida en que ya poco puedes hacer por ti solo más que mirar la televisión, hojear alguna revista, dar cabezadas en el sillón, conversar, pensar... Me cuesta creer que hoy no escucharé su voz porque ocho meses después sigo sin asumir que ya no está aquí. Sigo sintiéndola conmigo, lo cual es bonito y triste a un tiempo… No hay día en que no esté en mi pensamiento y nos acompañemos mutuamente, y al mismo tiempo me llena de impotencia saber que ya jamás le daré mis mimitos ni ella me responderá con sus abrazos o sus besos, con esas palabras que me sabía de memoria pero que estaba deseando que me dijera… Siempre pensé que llegaría a ser centenaria, así que hoy sigue cumpliendo años para mí, no importa dónde esté. Felicitats, üeleta.

miércoles, 6 de febrero de 2008

Unas gracias ¿intencionadas?

Para hoy, una imagen y escasas palabras. Acabo de llegar a casa y estoy agotada, pero la imagen dirá mucho más de lo que yo pueda ser capaz en estos momentos de agotamiento:


Un cartel, entre los cientos que a estas horas invaden Belgrado, agradeciendo a los votantes que el domingo optaron por el demócrata Tadic. He alucinado cuando lo he visto esta mañana. No bastó con el castillo de fuegos artificiales del domingo por la noche, ni con el piscolabis que se debieron de zampar a la salud del "pueblo".... Tenían que empapelar cientos y cientos de metros con agradecimientos. Y si, ya lo dice el refrán, que es de "bien nacidos ser agradecidos", pero no puedo evitar pensar en qué habría pasado si los radicales hubieran ganado. Seguro que toda esta inversión ya estaba hecha de antes (con toda probabilidad, también los radicales debían tener sus preparativos por "si aca..." y se los habrán tenido que tragar...) ¡Cuánto gasto genera la política, a mi juicio, estúpido e innecesario! Aunque quizá sean ya estrategias para ganar las próximas elecciones.

A esas conclusiones hemos llegado hoy con Sladjana, una ex-alumna con la que he comenzado a salir recientemente y que hemos descubierto que somos vecinas. Literalmente vecinas. En menos de un minuto estoy en su casa. Empezamos a salir porque nos encontramos un mismo días dos veces en la calle, comenzamos a hablar, y a partir de ahí salieron conversaciones muy interesantes. Me recuerda muuuuucho a la gente a la gente con la que salía en Barcelona. Alguien TOTALMENTE diferente. Estoy feliz. Echaba de menos estarme en casa de alguien hasta las dos de la mañana hablando, hablando, hablando, compartiendo, intercambiando opiniones, risas... Me recordó, no sé por qué, a mis tiempos de Erasmus.

Pues bien, esta mujer ha estudiado Derecho y Políticas y habían estado estudiando la nueva campaña política de los radicales, que ha sido dirigida por los americanos. Según ella, porque yo no he sido capaz de seguirla, ha sido brillante. Y de no saber de qué va el tema, se hubiera dejado convencer. Y aún la ha convencido más la serenidad con la que han reaccionado ante los resultados de los comicios. Todo el mundo pensaba que la iban a armar diciendo que los demócratas habían comprado votos, etc, etc, etc.... Pero no, Nikolic salió al escenario sereno, felicitó el nuevo presidente, y prometió aportar a Serbia mucho pronto. Comentaban Sladja y algunos amigos que han actuado de la mejor manera posible, dado que si ahora hubieran montado nuevamente "el pollo", en las próximas elecciones la gente se hubiera echado atrás. Ahora tienen al electorado ganado...

A mí esa fecha futura me queja lejos, pero ellos aseguran que no, que "en política hay que pensar en términos de futuro y a largo plazo". Parece ser que hace 10 años, en tiempos de Milosevic, los demócratas obtenían sólo un 5% de los votos... Quién les iba a augurar un futuro similar. En fin... será cuestión de esperar.

domingo, 3 de febrero de 2008

¡Novak presidente!

Vaya semanita… Intensa en todos los sentidos, aunque si por algo ha destacado ha sido por las elecciones presidenciales que hoy se han celebrado y que tenían (y tienen) al país dividido completamente en dos. De hecho, ha ganado el pro-europeo Boris Tadic por los pelos: 50,5%. Yo he respirado, si bien es cierto que sé que mucho del electorado de Tadic no lo ha hecho por convicción, sino por necesidad. Muchos han huido de los radicales y de la idea de la vuelta al pasado y a la época de Milosevic. Han optado por un Tadic que no presenta una política muy activa ni convincente en el día a día, pero que deja un halo de esperanza a la inmediata relajación en cuanto a la política de visados que rige a este país desde hace años, y a una futura entrada en la UE. Sólo espero ahora que Europa sepa responder como debe a este mensaje que le acaba de lanzar la sociedad serbia, en especial, los jóvenes, que han sido decisivos en el voto a Tadic.

Desde el 2000, cuando se derrotó a Milosevic, no se había movilizado tanto la gente por ejercer su derecho a voto. Pero esta semana todo el mundo hablaba de la necesidad de hacerlo, de manifestarse, de decidir el futuro de su país y el suyo propio. De hecho, tengo amigos que hoy se han recorrido más de 300 kilómetros (una burrada, para las infraestructuras de este país) sólo para poder votar.

Como bien podéis imaginar, el tema de conversación estos días allá donde fueras, independientemente de con quien estuvieras, eran las elecciones. Tanto, que he decidido ponerme al día en la política nacional, la cual no me había interesando lo más mínimo hasta el momento. De hecho, hace justo un año hubo elecciones parlamentarias y no sabía ni qué partidos había, ni cuáles eran sus candidatos, etc. Sí, lo sé, una vergüenza, pero es que la política en este paísss… en fin… Ya me avisaron antes de aventurarme por estas tierras; que mejor dejara a un lado ese tema, porque les gustaba demasiado, y no precisamente para hablarlo de forma normal y crítica, sino para lamentarse en su visión victimista y basada en “cualquier tiempo pasado fue mejor”…

Si bien es verdad que hoy creo que hemos avanzado un poco, falta por ver todavía cómo se va a resolver el tema de Kosovo. De momento, parece que la independencia no será mañana a toda costa, que era algo con lo que los kosovares habían amenazado si ganaba el radical Nikolic y que era algo que no me dejaba del todo tranquila. Si bien está más que cantada, sólo espero que lo sepan dirigir con tacto todos estos acorbatados que deciden desde sus despachos y sin pensar muchas veces en el ciudadano de a pie.

Un ciudadano harto de ver a políticos arriba y abajo, gozando de mil y un privilegios y siendo corruptos a más no poder; partiendo de la visión de que los que vendrán, no serán menos, y que mal por mal, mejor seamos todos corruptos y saquemos algo de provecho. Me parece taaaan taaan difícil cambiar el ritmo de esta sociedad… Es la típica pescadilla que se muerde la cola…

Y de momento, para consolarse, pues parece que el pueblo en los únicos en quien deposita su confianza y su esperanza es en los tenistas del país, sobre todo, en el joven Novak (Djokovic). Así es como habla todo el mundo de él, casi como con la confianza que se desprende de una amistad próxima. Ayer llegó de Australia, donde ha ganado el Gran Slam, y no podéis imaginar cuán abarrotadas estaban las calles para ir a recibirlo y a corearlo en la plaza del ayuntamiento, que también me queda al lado de casa. Pero más sorprendente todavía fue lo que sucedió el fin de semana pasado: el viernes a las 3.30 a.m. jugaba Ana Ivanovic y el domingo a las 9.30 a.m. Bien, pues EL PAÍS ENTERO no durmió (y os prometo que no exagero) para poder seguirlos y apoyarlos en vivo y en directo. Vamos, que si Novak se presenta a presidente, ARRASA.
(Me voy a ver qué pasa por ahí. Tengo la sede de los demócratas a un minuto de casa, está la gente echada a la calle y montones de coches dándole al claxon).