lunes, 29 de octubre de 2007

Oscuridad tupida, densa

Cuarenta y ocho horas después del último sábado de octubre, uno de esos días del año que más detesto. La oscuridad me mata y Belgrado parece haberse dejado invadir por ella con el cambio de las varillas. Ya temprano, el cielo aparece cubierto de una capa gris y espesa, cargada de humedad. Permanece quieta, inmóvil. Amenazante. Se pierde la escasa luz del día y con ella, mi energía. Aun así, intento mantener mi sonrisa. Apenas son las 3 de la tarde. Comienza a anochecer y aumenta mi angustia creciente con la llegada de noviembre. El reloj marca las cinco. Es noche cerrada. Entre esa oscuridad tupida, densa, me dispongo a continuar el día, la noche, el invierno.

sábado, 27 de octubre de 2007

¿Realmente un mismo país?

Por fin encuentro un pequeño rato para sentarme a escribir. Ha sido una semana de no parar y hoy toca descanso. Mañana empieza la movida nuevamente y la próxima semana se presenta cargadita de actividades (cine (comienza el festival de Cinemanía), clases de griego (ya las he empezado), conciertos (por cierto, anoche estuve en el de María Joao y descubrí una voz con la que aluciné. La recomiendo) y viajes (el próximo fin de semana me voy para Subotica, más conocida como la Budapest serbia, a un concierto de música sefardí que hay en un lago)… Así que no sé cuándo tendré demasiado tiempo para escribir, y no quería dejar pasar la oportunidad de hablar de mis dos últimas escapadas: Montenegro y Eslovenia.

Ambas fueron parte de la Antingua Yugoslavia, pero como bien dije en el post anterior, son blanco y negro. El contraste es brutal y, con esto no quiero justificar la guerra ni la fragmentación del país, pero visitar Eslovenia me hizo entender por qué no se identificaban con esta realidad balcánica. Es que no pertenecen a ella; realmente son una extensión pura y dura del mundo austríaco, tanto en el aspecto físico de la gente, en la mentalidad, en la arquitectura, en el paisaje, en la comida, y si se me apura, en la forma de hablar. Cuando los oía hablar serbio, me daba la sensación de que hablaban con un fuerte acento alemán. Me dieron la impresión de país organizado, con un futuro estable a pesar de su tamaño (apenas hay 2 millones de eslovenos, o lo que es lo mismo, todo el país equivale a la población de Belgrado), apuestan fuerte por Europa y por miles de proyectos de la Comisión en diferentes niveles… No sé, realmente a veces los políticos cuando hacen y deshacen fronteras, estados,... deberían pensar más en la gente y menos en sus intereses porque después pasa lo que pasa. O así lo veo yo, aunque creo que es algo de difícil solución.

A parte de esto, la ciudad en sí me pareció preciosa, o quizás andaba yo con cierto mono germánico… Me encantó la gente, abierta, amable y simpatiquísima, a pesar de pertenecer a ese mundo que normalmente clasificamos como cerrado y frío; los hombres, guapíssssssimos y muy interesantes; y el ambiente variado, abierto y alternativo. Para muestra, Metelkova, un antiguo cuartel militar del ejército yugoslavo que abandonaron tras la declaración de independencia en 1991. A los días, fue okupado y hoy es una verdadera isla de libertad dentro del centro de Ljubljana y un verdadero centro de arte. Las noches me las pasé allí :). Si os apetece echarle un vistazo, podéis hacerlo en el link que os dije el otro día “El mundo a través de mis ojos”, cuya dirección es ésta: http://www.flickr.com/photos/68632605@N00/

Sin embargo, si algo me dolió de Ljubljana fue descubrir miles de rincones fabulosos que me hubiera encantado fotografiar pero que no pude porque se me agotaron las pilas de la cámara. Además, anduve gran parte del tiempo acompañada por un grupo de 6 ó 7 personas, y no disfruto estos momentos de fotografía, de observación, cuando voy con tanta gente. Necesito estar yo sola, o a lo sumo, con una o dos personas a las que también les guste detenerse, observar, captar, vivir ese momento de paz interior. Por suerte o por desgracia, sin ese callejeo siento que no he visitado una ciudad, que no la he palpado, así que voy a ver si antes de Navidad o este invierno me dejo caer un fin de semana por allí. Ya he visto que hay vuelo el viernes por la tarde y otro de regreso el domingo por la noche, con lo cual la combinación me sale perfecta :)

Si tengo que resumir Ljubljana en breves palabras, me quedo con:

- Lo mejor: el viaje en tren nocturno que hicimos desde Belgrado (no me había montado en uno desde 2001, desde aquel mítico viaje Tübingen-Praga); la gente y Metelkova.

- Lo peor: el frío. Nos pilló desprevenidos. Incluso nevó en los Alpes, a escasos kilómetros de la ciudad.


El polo opuesto a Eslovenia, como decía antes, punta de progreso de la antigua Yugoslavia, podría ser perfectamente Montenegro, un enclave más que especial de los Balcanes. Según los serbios, que ya me parecen bastante catetos, los montenegrinos son auténticos paletos, además de lentos y perezosos, hecho que constaté en el servicio en bares y restaurantes, que a veces llega a ser desesperante. A todo esto, no sé si he llegado a contar alguna vez que los montenegrinos son una sociedad altamente machista: de hecho, no tienen en consideración a las hijas como descendencia, puesto que son como un cero a la izquierda porque no pueden transmitir el apellido. Me parece un poco exagerado, pero cierto es que así le ocurrió a mi vecino. O por lo menos, así lo cuenta. Es montenegrino y dejó de tener relación con sus padres el día que los llamó para comunicarles que habían tenido una nieta: “Entonces no tenemos familia. Ya sabes que una chica es como no tener nada”. La verdad es que me parece muy fuerte y quiero creer que había motivos antes para dejarse de habar, pero ya me ha contado la historia como tres veces, lo cual me lleva a pensar que probablemente sea cierto (he oído lo de las mujeres también por parte de otra gente).

No obstante, y a pesar de estos aspectos que yo jamás estaría dispuesta a tolerar, debo reconocer que tienen un país precioso. Por lo menos, la parte de la costa, que es la que me dediqué a recorrer: Kotor, Perast, Herceg Novi,… Son ciudades amuralladas para protegerse de las numerosas incursiones de turcos, sarracenos, venecianos, etc. Dicen que las aguas del único fiordo del Mediterráneo están llenas de barcos que naufragaron y de verdaderas riquezas, porque aquí se han llevado a cabo numerosas batallas… Me gustaría volver y ver algún museo arqueológico y etnológico, porque esta vez no me dio tiempo. Más que nada me dediqué a callejear, a respirar el olor a salitre, a disfrutar del tiempo, que si bien fue bueno y soleado por momentos, también amenazó en numerosas ocasiones con grandes nubarrones gris oscuro. No obstante, reconozco que esas tormentosas amenazas me regalaron una riqueza paisajística increible. Hay también algunas, aunque muy pocas, colgadas en el vínculo que os he dicho antes.

Con ganas me quedé de cruzar la frontera croata y descubrir Dubrovnik, pero no teníamos demasiado tiempo y un hecho tan insignificante ya en la Unión Europea como pueda ser cruzar una frontera, aquí puede convertirse en una pesadilla. Todo depende de con quién se viaje en el autobús… si no hay problemas, se cruza en unos 10-15 minutos; si los hay, el viaje a Dubrovnik (como a cualquier lugar fuera de Serbia en otro transporte que no sea avión), puede durar horas… y si no, algún día os contaré la vez que me aventuré en tren hasta Salónica (Grecia), que está a escasos 600 km. de Belgrado pero que me llevó 16 horas de viaje (de ellas, unas cuantas parada en la frontera de Macedonia, y otra, en la griega).

Para terminar con Montenegro, os cuento que el último día fuimos en dirección a Albania y aprovechamos para llegar a Podgorica en tren. Atravesamos el Skadar Jezero, que es precisamente la frontera natural entre ambos países, un lago precioso lleno de nenúfares. Dicen que está lleno de monasterios y pequeñas iglesias alrededor, así como de pequeños pueblos de pescadores. Definitivamente, es el punto de partida en mi próxima visita a Montenegro, y lo mejor es que en dos horas, literalmente, me planto allí (una de avión y otra de tren).

A modo de resumen:

- Lo mejor: El paisaje, la tranquilidad, y comer pescado fresco (¡Qué pulpo! ¡Qué gambas!)

- Lo peor: El servicio (desesperante) y Podgorica (fea, triste y pobre. Mi mente se preguntó una y mil veces ¿Esto es realmente la capital del país?... No quiero ni pensar cómo estarán ciertas zonas rurales).

jueves, 18 de octubre de 2007

Como el cielo y la tierra

Sin tiempo a mucho, os cuento que en breve me voy a Eslovenia. Esta semana he estado más tiempo fuera de Serbia que en Serbia: llegué el domingo de Montenegro (prometo entrada; de momento podéis ver las fotos en el link que he puesto a la derecha "El mundo a través de mis ojos") y esta misma noche nos vamos en tren nocturno a Ljubljana. Me hace una ilusión tremenda. Aunque los dos países son parte de la antigua Yugoslavia, creo que el contraste entre ellos puede ser como el cielo y la tierra. Vamos, que dudo que tengan mucho que ver. Más detalles, a la vuela :)

domingo, 14 de octubre de 2007

Bajo el agua

Sin palabras... Así ha quedado mi pueblo, bajo el agua.


www.Tu.tv


Por más que mire las imágenes, no consigo creerme que esto ha sucedido allí, en esas calles por las que he pasado miles, cientos de veces. Veo ese río desbordado y se me ponen los pelos de punta... esa furgoneta blanca flotaba a escasos 200 metros de mi casa.

Me apena escuchar el tono con que mi madre me contaba hoy lo sucedido mientras yo, ajena al desastre, había estado disfrutando de tres días en la paradisíaca costa montenegrina; me pone triste oir a mi hermana diciendo que el pueblo da realmente pena; me apena saber que algunos lo han pedido todo, algunos incluso a familiares... los he visto en la televisión, en las fotos... me hago cruces cuando veo esas imágenes, la calle Divina Aurora totalmente arrasada... Me pone los pelos de punta escuchar las sirenas del ejército en la calle mientras hablamos por teléfono; ver la casa de la amiga de mi hermana abajo; ver la papelería a la que siempre voy, arrasada... Ser tristemente portada de diarios y telediarios... Como decía mi madre ahora: "Jamás pensaba que iba a vivir una situación así". Ni yo tampoco; ni siquiera en la distancia.


A quienes les interese, aquí tienen unos vínculos más:

- La fuerza del río Girona destruye el puente de Beniarbeig:




- Vídeo con la caída en vivo y en directo de la casa de la amiga de mi hermana (sucede justo al comienzo). A pocos metros del suceso se encontraban también mis padres junto con otros vecinos.


Para que os podáis hacer una idea mejor, os dejo una foto del cauce del río que eché en diciembre de 2006 (la casa granate que se ve a la izquierda es la que se ha venido abajo. En aquel entonces, existían dos puentes: el que se ve en la foto y en el que yo estaba echando la foto).




Vídeo de la riada en octubre de 2007. Los dos puentes prácticamente se los ha comido el agua y del resto de daños materiales y personales, desgraciadamente, ni que hablar cabe.





- El taponamiento de los puentes agravó la riada (El País, 14 de octubre de 2007).

- "Estuve dos horas llorando". (El País, 14 de octubre de 2007)

- "El Verger", zona cero del diluvio (Abc, 14 de octubre de 2007)

- El temporal provoca la muerte de una anciana en El Verger y el derrumbe del puente en Beniarbeig (Canfali, 14 de octubre de 2007)

martes, 9 de octubre de 2007

Gracias al amanecer

Son las 8 de la mañana y aunque he madrugado porque tengo un montón de cosas que hacer (hoy no entro a trabajar hasta las 15h), quería escribir un poquito. Hace bastantes días que no escribo nada nuevo; el tiempo me ha podido. Y si lo he hecho, ha sido un texto breve que espero que muchos de vosotros no llegarais a leer. Fue fruto de mi egoismo mezclado con mi cansancio nocturno y esos celos repentinos que me dieron al saber que "mi gran amor" ha encontrado a su media naranja. Supongo que fue el hecho de que hace dos semanas planeábamos nuestro reencuentro en Belgrado o cualquier rincón de Europa, y ayer me planteó que no iba a ser así; que a partir de ahora probablemente ya no podré acompañarlo en sus viajes, ni siquiera como amigos. Me sentí profundamente triste, no lo pude evitar, aunque sé que esto no es nada extraordinario. Que es la vida misma. Y que si algún día decidimos no estar juntos era por algo, y que era normal que cada uno buscara a otras personas.

Supongo que me afectó porque me pilló desprevenida. Supongo que me afectó porque este verano, a partir de que yo me sacara la plaza, empezamos a acercar posiciones y vimos que nuestros planes para viajar a diferentes lugares que siempre habíamos dicho, podían hacerse por fin realidad; sentí que nuestras posiciones parecían estar por fin claras, definidas, y eso nos permitía compartir ilusiones al tiempo que hacer nuestras vidas en lugares diferentes. Pero bueno, parece que nuestro gran proyecto, ese dichoso viaje a Perú y Brasil taaaantas veces pospuesto y que parecía viable en 2008, seguirá pospuesto durante mucho tiempo. Quizá para siempre. Por lo menos con él, que era con quien me daba ilusión cruzar el charquito.

Aunque no puedo dejar de sentir cierta pena, reconozco que las horas de sueño han jugado a favor: veo las cosas de forma más tranquila, lo entiendo perfectamente, y en el fondo me alegro mucho por él. Sé que está feliz. Con el amanecer suelo ver siempre la realidad desde otro prisma, normalmente positivo. Así que, aunque hoy no pueda dejar de pensar, voy a intentar mantenerme en el optimismo que me venía invadiendo estos días.

Parece que octubre es sinónimo de actividad vertiginosa en Belgrado. Ayer supe que en principio mañana comienza el curso de portugués intermedio, al que seguramente iré. No creo que asistir a la primera clase porque me debato entre ir a un concierto de música sefardí de un grupo que me encanta, Shira Uftila (por cierto, a ver si un día hablo de este tema), o ir a una actuación del otro gran festival de música que empieza ahora (El BEMUS), pero tengo intenciones de continuar con el portugués. Por una parte me da pereza (sobre todo, con la cantidad de cosas que tengo en la cabeza), pero por la otra me da mucha ilusión pensar en la posibilidad de irme a Brasil algún día, o bien cuando escucho las canciones o veo la tv y entiendo mucho más que hace unos meses,...

También ayer anduve por la universidad buscando cuándo empiezan las clases de griego moderno. En principio debería ser también esta semana, aunque la universidad suele ser un mundo caótico que no ayuda a entender, desde mi perspectiva, que todo esté escrito en cirílico. Sin embargo, hay cosas buenas: ayer pedí ayuda para encontrar el aula que buscaba, para ver horarios, para hablar con el responsable del departamento, etc, etc, etc, y lo hice todo en serbio. Salí sin horarios todavía, pero contentísima :)))) Poco a poco voy yendo ya más allá de mis discursos habituales, lo cual es para mí un claro signo de progreso. Lento, pero progreso :)

Este año parece que no va a haber cursos de serbio en el Cervantes, carencia que ya he comenzado a paliar (entre otros) con.... ni más ni menos que.... la revista HELLO! Seguro que muchos pensaréis: ¿Con la HELLO? Esta mujer se ha vuelto loca. Pues sí... en España no la he comprado ni se me ocurriría hacerlo jamás. Sólo se la compraba a mi querida Elvira de vez en cuando para que se distrajera mientras pasaba horas y horas sentada en la terraza de casa, tomando el solecito (aishh... sniff... snifff...). Pero el domingo por la mañana tomando el café en casa de la vecina la hojeé y me di cuenta de cuantíssssimo podía aprender con ella. Y, ¿por qué despreciar un recurso semejante? ¿Sólo por los comentarios de la gente? Aunque no le pega mucho a este contexto, “Ande yo caliente, ríase la gente”. Está escrita en un lenguaje neutro y no muy complejo, además de con muchísimas expresiones que me pueden ir geniales para los casos. El que lleve tantas fotografías y haya ese tipo de información ya de por sí taaaaaan previsible me ayuda a entender mejor, a deducir la información que a mí me interesa. En realidad, no son más que estrategias de lectura que estoy desarrollando para mi memoria y para mis clases. Pero funcionan, funcionan :))) Me encanta sentarme frente a un texto y empezar a subrayar todo lo que ya entiendo sin usar diccionario, sólo aplicando conocimientos previos y e información de otros elementos.

Esto lo aprendí en la universidad con Olga Esteve y Martín Peris. Lo hicimos en un texto en polaco y al final de las dos horas acabamos escribiendo frases supersencillitas en dicha lengua (Alfonso, penica que no las tengo aquí para que las corrigieras. Seguro que dan pena, pero las hicimos sin tenir ni zorra de polaco y deduciendo el funcionamiento de esta lengua a partir de una noticia de deportes publicada en un períodico :))) ) Muy guay, muy guay.

Y bueno, mientras andaba por aquel caótico pasillo de la universidad descubrí que existe el Instituto Confucio. Es un equivalente aproximado al Cervantes, pero para la difusión de la lengua y la cultura chinas (Aquí os dejo el link de la página oficial:
http://spanish.hanban.edu.cn/) Flipé con que una institución como ésta esté ya metida en un país como Serbia; me eché a temblar (no de forma negativa, sino más bien por la sorpresa) de ver que realmente China está extendiendo sus tentáculos por el planeta entero casi sin darnos cuenta. De que se acerca la revolución amarilla :). Porque, señores, a Serbia no ha llegado todavía el esperado Instituto Camoes, acaba de llegar el Italiano, de reabril del Goethe (tras un parón de diez años), el British Council no tiene clases y sólo está como centro cultural y de recursos, el Cervantes no tiene todavía 4 añitos y el Insti Francés va poco más allá que el nuestro. Así que esto puede daros una indicación de la situación del país.

En fin, me tengo que ir ya. Esta semana está todo bastante liado con los mil cursos, conciertos, encuentros e historias varias, sobre todo, teniendo en cuenta que el viernes temprano tempraníssimo me voy para Montenegro, paraíso todavía no descubierto (más que por la mafia rusa, parece ser). Pero más noticias y fotos a la vuelta.
Pd: por cierto, hablando de fotos, he añadido un link en el apartado "Vínculos" (columna de la derecha) con mi espacio en Flickr... Plagiando a otros, vaya :))) Besos a todos.