jueves, 27 de noviembre de 2008

Me voy...

Hace días que no escribo, pero precisamente porque me están pasando demasiadas cosas y no tengo tiempo para todo. Todavía se avecinan más, pero esas sí me gustaría realmente compartirlas... Para eso he creado un nuevo blog que espero poder ir actualizando durante los 10 días que estaré fuera... Ojalá que vosotros también me acompañéis en la aventura. Aquí os paso el link:

http://melekentierradefaraones.blogspot.com/

domingo, 16 de noviembre de 2008

Horas eternas

Vaya nochecita la de ayer/hoy. Empezó de forma extraña ya en el Festival Etnográfico que organizaban y al que se nos ocurrió ir al ver que había un pase de un corto brasileño y otro español. A pocos minutos del comienzo, ya un viejo empezó a roncar en la sala; a los pocos minutos, una pareja sentada al fondo empezó a discutir y se acabaron abofeteando y saliendo (¡flipo con la gente!); y a los 40 minutos o algo así nos piramos porque el DVD brasileño había dado ya más de 20 veces error y se paraba cada 3 segundos. Aquello era incomprensible. Una pena. Pero bueno, nos compensamos yendo a comer un pequeño restaurante que hemos descubierto justo a la vuelta de la esquina. Pequeñito, con las paredes amarillas y lleno de colores, pero muy sencillo y acogedor, luz indirecta... un poco lejos del estilo serbio más tradicional, que era lo que no me apetecía encontrarme precisamente.

A las 2:00, a pocos minutos de entrar en casa, me llega un sms de mi vecina, que me necesitaba. Subo, cojo el ascensor, y aún no estaba ni en la puerta, ya estaba ella saliendome a buscar. El vecino no había aparecido todavía (y se suponía que tenía que llegar a las 22:00). Ni siquiera había llamado; ni siquiera había recibido los sms que ella le había estado mandando; ni siquiera tenía cobertura. La intenté tranquilizar. Me sorprendió verme en esa posición, porque siempre es ella la que me tranquiliza y me ayuda a buscar soluciones en este país. Le dije que seguro que se había quedado por ahí tomando algo con algún amigo, etc.

Esperamos hasta las 3:30 y allí no aparecía nadie. Yo dormía a ratos porque no podía aguantar el sueño. Estaba muerta. Estabamos las dos envueltas en una manta porque definitivamente ha bajado la temperatura en Belgrado y hacía frío. ¿Qué hacer? Habíamos llamado al servicio de transportes públicos para ver si había habido algún problema con alguna línea de autobuses que unía los dos puntos de la ciudad que nos interesaban... Sin respuesta. El siguiente paso era llamar a los Servicios de Urgencia para ver si habían atendido a alguien con su nombre y apellidos. Ninguna de las dos se atrevía a llamar. Nerviosa, la final, cogió el teléfono y llamó. Sin registro alguno. Su nombre no constaba.

De madrugada, mientras yo dormía un rato, han vuelto a llamar. Nada. Sin respuesta. Y sobre las 7.30 no hempos podido aguantar más y ha llamado al colega con el que supuestamente mi vecino había salido anoche. Para desgracia de los allí presentes, mi vecino salió anoche de su casa a las 22:00 y dijo que se venía para el centro, que iba a ir un rato a la kladionica, algo similar a una casa de apuestas, a tomarse algo y a dormir. No podíamos entender nada... nuestras hipótesis de que se habían emborrachado y había decidido quedarse a dormir allí se esfumaban. El siguiente paso ha sido esperar hasta las 10:00 para ver si había conseguido llegar a la kladionica. Y nuevamente, para nuestro disgusto, tampoco había estado allí por la noche. ¿Qué puñetas había pasado? Su amigo lo había visto subir al autobús, en la línea de autobús no se había registrado ningún problema, no constaba en la lista central de ingresados por urgencias, no había estado en la kladionica,... A lo largo de la noche se nos han ido ocurriendo mil y una posibilidades, aunque cierto es que en alto sólo nos hemos atrevido a comentar las "buenas". Sin embargo, todos sabíamos que también podíamos esperar algo malo... Las lágrimas y la histeria de mi vecina no cabe ni comentarlas, aunque de verdad le ha ganado la batalla a la paciencia, porque se ha controlado mucho a lo largo de las horas...

Ya de día, y a una hora prudencial de domingo por la mañana, hemos llamado a un contacto que teníamos que trabaja en la policia; ir por nuestra cuenta nos hubiera costado un "Vuelva usted en unas 12 horas, que sólo hace 12 que está desaparecido". Para aumentar nuestra lucha contra la paciencia, el contacto no entraba a trabajar hasta las 14h, pero aún así ha tomado los datos para ver qué se podía hacer. Hemos llamado a los amigos de mi vecino, con lo que supuestamente no iba a salir anoche pero con los que quizá pudo terminar e irse de borrachera. Nadie sabía nada. En la desesperada, mi vecina ha llamado al colega de anoche para suplicarle, por favor, que le dijera la verdad, incluso si su novio estaba pasando la noche con otra. Sólo quería saber que estaba sano y salvo. Nikola insistía en que él no sabía nada.

Sobre las 12, un sms. Mi vecino volvía a tener activo el móvil. Lo hemos llamado urgentemente y sí, estaba bien, a escasos metros de casa. Prefería no hablar por el teléfono, mejor nos lo contaba al subir. Si digo que ha entrado tranquilo es algo que no extrañará a los que lo conozcan, riéndose de lo que había pasado y quitando importancia a nuestros nervios, sufrimiento,... Lo había detenido la policia anoche, algo que a mí no me entraba en la cabeza porque no lo veo precisamente vándalo a este hombre. He aquí la reconstrucción de los hechos:

A las 22:00 se montó en el autobús después de haber estado en un bar con su colega Nikla tomando unas 5 ó 6 cervezas (que nadie crea que puede estar fácilmente borracho con esa dosis. De hecho, es la normal, la diaria). A medio camino sintió que se estaba meando y decidió bajarse al autobús. Se metió entre unos árboles (Belgrado está lleno de parques, etc.) y de repente llegó la policia a detenerlo; a él y a otros tantos hooligans que estaban causando problemas a la salida del partido de fútbol (en efecto, mi querido vecino se encontraba a esas horas por allí, pero no por el fútbol, sino POR CASUALIDADDDD!). De nada sirvió insistirles que no iba con el grupo de hooligans, que había parado porque tenía un pequeño apuro y tenía que llegar a casa. Le quitaron el móvil, se lo apagaron, y no le dejaron hacer llamada alguna. Genial... y ahí nos tienes a nosotras sufriendo y con el moco caído toda la noche, imaginando, como no, lo peor.

En fin... cosas que pasan.

jueves, 13 de noviembre de 2008

De vuelta

Pues digo yo que ya será hora de volver, ¿no? Sí, he decidido que voy a pasarme de nuevo por el blog de vez en cuando, aunque sea para dar breves pinceladas de lo que hago, siento, vivo, etc. Hacía días, incluso semanas o algún mes que otro, que lo iba pensando, pero no me atrevía a dar el paso.


Acabo de volver a casa, después de un día duro e intenso. He vuelto dando un paseo desde Dorcol, cargada con algunas bolsas de la compra pero agradeciendo esa oscuridad fresca y el olor de castañas que ya comienza a invadir las esquinas de la ciudad. Digo ya porque no lo había hecho hasta ahora. Era 6 de noviembre y andaba yo todavía en manga corta, bajo un sol de 25ºC, por las calles de Belgrado… ¡Qué placer y qué remordimiento por pensar que qué bien sienta a veces el calorcito del cambio climático!... sobre todo, cuando una sabe que hace poco más de cuatro años estaba nevando en días como estos.


Pues eso… que empieza esta aventura de nuevo.

domingo, 1 de junio de 2008

Cerrado por vacaciones

Efectivamente, son ya demasiadas semanas sin pasar por aquí. Y esta vez lo hago con la intención de poner un punto. No sé si a parte o final, pero la cuestión es que me he decidido. Hacía semanas que la idea me rondaba, pero no he hecho más que posponer esta entrada por no estar completamente segura. Curiosamente, acabo de visitar algún blog que otro y veo que otros habéis tomado la misma decisión. Quizá sea este tiempo ya veraniego, las mil y una actividades y personas que la vida nos está poniendo delante, mi incapacidad para mantenerme entretenida con una cosa durante mucho tiempo, mi necesidad constante de experimentar cosas nuevas. Pero sí, siento que en estos momentos más que estar pendiente de un blog, necesito estar pendiente de lo que me sucede ahí fuera. Así que me declaro de vacaciones durante un tiempo. Puede que vuelva más pronto de lo que me imagino. En todo caso, os aviso. Besazos a todos.

viernes, 25 de abril de 2008

Las agujas y yo

Esta noche apenas he conseguido dormir. A muchos os parecerá una tontería, pero es que hoy me iba a hacer un análisis de sangre y les tengo pánico a las agujas. De hecho, hacía más de 20 años que no me hacía ninguno porque recordaba con angustia mi última experiencia "agujeringuil" en el 86, cuando vi aquel líquido oscuro y espeso subiendo, ocupando hasta el último centímetro de aquel tubito asqueroso.

Si me he decidido a hacerme ese análisis que hacía tanto tiempo que era consciente que debía realizarme, ha sido porque he "descubierto" un nuevo servicio en Belgrado: te vienen a casa, te sacan sangre, y a las pocas horas recibes los resultados en tu correo electrónico. Lo que sea con tal de no respirar ese aire estéril y frío de los hospitales que ya de por sí me da náuseas y me pone mala.

Aun así, esta mañana estaba histérica. Me he levantado tempranísimo, he preparado clases, he cocinado, la ansiedad me ha tentado mil veces a comer a pesar de que sabía que no podía, he salido a dar una vuelta porque en casa me iba aumentando el nerviosismo... y a las 11, puntual como un clavo, ha llegado el chico. Amabilísimo, por cierto. Inmediatamente le he dicho que me mareaba, así que por favor me dejara ponerme en el sofá o en algún sitio donde me sintiera cómoda. Sin problemas... He mirado hacia la ventana y casi sin que me preguntara le he comenzado a contar mil historias: por qué estaba en Serbia, cuánto tiempo hacía que estaba aquí, lo mucho que me gustaba, lo muy parecidos que éramos los serbios y los españoles...

Por un lado era consciente de que estaba hablando mucho más de lo que suelo hablar cuando no conozco a alguien, pero al mismo tiempo me daba cuenta de que era la estrategia que tenía que usar para evitar montar alguno de mis patéticos shows ante las agujas. Él, también superamable, me seguía la corriente y me ha terminado contando que cantaba en un coro judío que no conocía y que el 1 de junio iban a tener un espectáculo en Kolarac. Así que lo voy a ir a ver :)... Lo que se descubre en momentos de histeria :)))

Y sí, he superado la prueba. Mucho antes de lo que imaginaba, hemos terminado. Sin marearme; sin desmayarme :), y no sabéis entonces lo orgullosa que me he sentido. Se han terminado 20 años de maldición, aunque bueno, también digo que me haré los justos y necesarios. Ni uno más, ni uno menos, pero por lo menos sé que soy capaz de enfrentarme a eso que tanto pánico me da. De hecho, a veces he pensado qué será de mi si algún día me tienen que intervenir o me quedo embarazada...

Supongo que todo depende de la voluntad que uno tenga, puesto que cuando me fui a la India y me tuve que poner todas aquellas vacunas (10 u 11, si mal no recuerdo), lo hice sin rechistar demasiado porque me moría de ganar por aventurarme por aquellas tierras. Aún me acuerdo de la primera sesión de vacunas: ¡¡¡Nos pusieron 4!!! Una en cada brazo, y una en cada pierna. Y como no, ¿dónde acabé? Pues sí, tirada en la camilla, mareada... El segundo día, que ya me conocían, me entretuvieron con mil y una pregunta: que qué había comido, que qué iba a hacer aquella tarde,...

Creo que también me sorprendí a mi misma en todas aquellas sesiones, y sobre todo, cuando vi mi carnet de vacunaciones tan sellado. Menos mal que duran añossss. Así que habrá que aprovechar para viajar al máximo a lugar exóticos estos años, digo yo, ¿no?

Pues nada, creo que me voy a ir retirando. Mañana (Veliki Petak: Viernes Santo), tempranito, salimos para Kopaonik para celebrar la Pascua Ortodoxa. Ya os contaré qué tal sientan los aires del sur de Serbia. Mientras, Srecan Uskrs (Feliz Pascua, que es como acostumbran a felicitarla aquí. ¿Curioso, no?) a todos :)

miércoles, 23 de abril de 2008

Feliç Sant Jordi

lunes, 21 de abril de 2008

7

Hace unos tres años, en una clase de interpretación simultánea, el profesor nos sorprendió con un audio sobre una teoría que parece demostrar que la naturaleza se rige por procesos de 7 pasos. Fue uno de aquellos discursos que yo odié porque a duras penas conseguía entender lo que decían (Hay que ver el conocimiento del contexto lo MUCHO que ayuda). Aunque en el fondo sabía que tratar sobre todos aquellos temas me iba a hacer mucho bien, no fueron pocas las veces en las que sentí que dicho profesor y dicha asignatura me tenían harta por la dificultad que me suponían. Hubiera preferido (en aquel tiempo, ahora no lo veo así) tener a cualquier otra profesora que llegaba a clase con los típicos discursos que una ya se imagina (el cambio climático, el aborto, la inmigración, etc.) y que le son más fáciles de prever.

Pero a lo que iba. La cuestión es que en aquel discurso no sólo se hacía referencia a los procesos naturales, sino a cómo también las relaciones personales se rigen por dicho principio. Es decir, que dos personas cualquiera del planeta están separadas por un máximo de 7 personas. En numerosas ocasiones aquellas palabras se han venido repitiendo en mi cabeza, pero hoy han resonado con todavía mayor incredulidad. Y es que hay que ver qué pequeño es el mundo.

Si en los años noventa, cuando yo apenas era una niña a la que únicamente Yugoslavia le sonaba, tristemente, por la guerra (que en el fondo me quedaba lejos, lejísimos) alguien me hubiera dicho que hubiera terminado viviendo en estas tierras, no me lo hubiera creído. De aquellos días y de mi relación con los Balcanes apenas recuerdo cuatro cosas:

- Una imagen en los informativos de una avenida en Sarajevo en la que se estaban disparando, y mi madre repitiendo "¡Pero qué barbaridad!".
- Un libro que mi madre me compró en el Círculo de Lectores en el año 94: "
El diario de Zlata Filipovic", que todavía recuerdo con claridad, y tengo en mente cómo imaginaba la casa de aquella niña que tenía casi casi mi edad y a quien le había tocado vivir la guerra en primera persona.

- (La tercera puede sonar incluso un poco frívola, comparada con las anteriores): Mi amor platónico durante algunos años de mi adolescencia: el futbolista Pedja
Mijatovic, que llegó al Valencia y despertó auténtica locura entre la afición del equipo. En aquellos días, el fútbol era algo importante en mi vida y que vivía con intensidad,... Debo tener en casa todavía las entrevistas que él daba a la cadena 97.7 Valencia, y en las que hablaba de su vida en Montenegro, en Belgrado (mientras jugaba en el Partizan), sus primeros días en Valencia, su hijo,... No sé cuántas veces escuché aquellos cassettes, cuántas veces soñé con aquel hombre... jejejeje... Me da la risa ahora cuando lo pienso.

La cuestión es que esta noche estaba en casa, preparando algunas cosillas, y han llamado a la puerta. Extraño. No esperaba a nadie. Abro y me encuentro a la vecina, que me quería presentar a un vecino del edificio que hablaba un poco de español. Me aventuro en su salón y el hombre empieza a explicarme que había trabajado un tiempo en España, que había metido a algunos jugadores "yugoslavos" en esa liga... Y sí, efectivamente, lo que podéis imaginar. Él fue quien lo gestionó todo para que Mijatovic empezara a jugar en el Valencia. No me lo podía creer. Emocionado él, emocionada yo, descojonados los vecinos, ha subido corriendo a su casa para bajarme toda la prensa que tenía guardada del 93. Efectivamente, allí estaba Mijatovic superjovencito (24, si no me equivoco), vestido con el traje del Valencia... En otras fotos y periódicos, aparecían juntos. No daba crédito. El señor, emocionado, recordando aquellos días, conversaciones, goles, partidos... Yo había momentos en que me perdía, pero lo veía tan feliz... Y ahí ha sido cuando me ha venido a la cabeza aquella teoría de la clase de interpretación, de que en realidad podría "llegar" a él en menos de 7 pasos... aquel amor platónico de mi adolescencia... jejejejeje...

Pero lo más curioso es que la semana pasada descubrí que tengo en clase a un estudiante que ha sido su guardaespaldas, y que ahora está estudiando español nuevamente porque quiere regresar a Madrid. Ante mi incredulidad, me sacó un montón de fotos que tenía en el móvil y, efectivamente, allí estaban ambos.

Si hace 10 años me hubieran contado esto, no me lo hubiera creído. Ahora, y después de algunas historias que me han pasado en los últimos años de coincidencias de este tipo u otros semejantes, creo que en realidad no estamos tan lejos los unos de los otros, por muchos kilómetros que nos separen. ¿Qué pensáis?

lunes, 14 de abril de 2008

Ventanitas

Hoy, y por casualidad, he puesto la radio y me he encontrado con una canción que me ha abierto de inmediado una ventanita de la infancia. Aún recuerdo dónde la escuché por primera vez: fue en el cine-teatro de Alcalalí en el año 88, cuando los chicos del pueblo hicieron un playback donde simulaban a La Guardia. Recuerdo que en el descanso del espectáculo ganamos en la rifa y fui yo quien subió al escenario, para sorpresa de mi madre (mucho me huele, por lo vergonzosa que yo era (y sigo siendo)), a recoger el premio. ¡Qué recuerdos!

miércoles, 9 de abril de 2008

De coordinación y concentración

Sí, ya lo sé. Llevo mucho tiempo sin sentarme a escribir, pero siento que estoy viviendo cierto momento de rechazo a la escritura, de todo lo que tenga que ver con estar sentada frente a una pantalla, de estar encerrada en casa. Ya todos sabemos a estar alturas a qué se puede deber esa primera reacción, lo cual no me preocupa mucho.

Sin embargo, sí me preocupan otros problemas que había detectado con mucha anterioridad, pero que hoy he confirmado. Problemas a los que tengo que poner ya solución urgente.

El primero es una falta de coordinación en mi vida increíble. En todos los aspectos y niveles, lo cual repercute en un estilo de vida caótico, en una alimentación irregular (propia de los serbios y que yo tanto había criticado), en mis hábitos, en cambios en mi cuerpo, en mi mente, en mi manera de organizarme (tengo mil cosas empezadas y ninguna sin terminar ni intenciones de hacerlo), en mis pensamientos y formas de concebir la vida y las relaciones,… En todo. Y lo cierto, es que noto que son cambios a peor, lo cual me entristece.

Pero entre negatividad a la que me llevo yo misma estos días al pensar que no me gusta cómo estoy gestionando mi vida en muchos aspectos, hoy he visto, por fin, que el deporte puede ayudarme. Ya no sólo a mantenerme en forma, sino a recuperar esa concentración con la que antes podía hacer mucho, y que ahora me tiene tan abandonada y perdida. Hoy he regresado al gimnasio después de mucho tiempo, y he comenzado un nuevo tipo de modalidad de aeróbic o no sé qué que había elegido mi amiga. La verdad es que ha estado genial, pero me he sentido como se debían de sentir aquellos compañeros de clase que eran un poco torpes en la asignatura de gimnasia, incapaces de seguir el ritmo, de seguir los pasos, de concentrarse, y por ende, rechazados o elegidos los últimos a la hora de formar grupos para algo. Sí, así. Y sobre todo, me he sentido torpe porque cuando era niña era bastante buena en los deportes, en la coordinación, en el baile, y ahora no me queda nada de eso. Me he visto patosa, a pesar de que yo aún me creía capaz de mantener aquellas cualidades de las que solía presumir de pequeña. Hay que ver…

Hoy me he dado cuenta de que, absorta en ese mundo exterior que tan atrapada me tiene y que no sé cómo describir, era sólo capaz de reproducir medianamente bien aquellos pasos mecánicos que iba mostrando la instructora. Pero el desastre empezaba cuando ella dejaba de guiar y había que combinar todo lo que habíamos aprendido. La otra chica que venía conmigo, y para quien también era su primer día, los seguía. Era capaz de bailar, pillarlos… Yo, no. Por tanto, la falta de concentración y de coordinación se han unido hasta dar lugar a un resultado poco, pero que muy poco satisfactorio. Pero lo bueno de todo esto ha sido que creo que esa clase ha actuado como espejo de lo que me pasa en el día a día, en ese querer y no poder porque no sé organizarme, porque no hay coherencia en mi vida. Y vale que el orden es aburrido, pero tanto caos a mí personalmente me mata. No me deja avanzar. Y me frustra.

Así que hoy me he marcado un nuevo propósito que espero que dure. Seguir esas clases, ya no tanto (aunque también), con la finalidad pura y dura relacionada con el deporte y la salud física, sino SOBRE TODO, mental. Que no puedo ni debo escaquearme por mi propio bien. Y quizá parezca una tontería, pero empiezo a pensar que algunas de las posibles causas de este nivel de torpeza se da al ritmo de vida que llevo: sedentario y atrapada por un ordenador y una red mundial para los que no es necesario tener coordinación ni concentración, simplemente dejarse atrapar y avanzar en esa torpeza que mucho me huele que nos tiene atrapados a gran número de nosotros sin que seamos conscientes todavía.

domingo, 30 de marzo de 2008

De visita

Esta semana han estado por aquí papi y mami, mi hermana y mi "cuñao". Lo hemos pasado bien, aun habiendola tenido pasada por nieve, agua, viento, y mucha nube. Menos mal que ellos estaban contentos con ese toque metereológico exótico, que para mi (por suerte, o por desgracia) ya dejó de tener encanto. Parece que mis visitas están condenadas a ver Belgrado "blanco" (tal y como se desprende de su nombre), aunque el espíritu y aspecto de la ciudad no sea precisamente de ese color en realidad. Aquí va un pequeño resumen en imágenes, dado que hoy no tengo energía para palabras.



PAISAJE NEVADO DE SIROGOJNO

Salimos de Belgrado con un sol precioso, pero llegar a nuestro destino ese día no fue tan fácil como creíamos. Nos vimos sorprendidos por una gran nevada. Una vez allí, creo que valió la pena. Nos alojamos unos días en una de esas cabañas de madera típicas de la zona de Zlatibor.

Desayuno con el que nos recibía cada mañana el mesero de la "kafana". Completo, completo, al estilo "zlatiboreño": cuajada casera, té de Zlatibor, prsuta, kajmak, bacon, pita de acelgas y de queso, pastel integral,... todo delicioso y perfecto para resistir un día de "montaña".

MOKRA GORA

Simulando el estilo de las casas típicas de esta zona, Emir Kusturica reprodujo un "pueblo" para grabar su película "La vida es un milagro". A pesar de las numerosas recomendaciones por parte de muchos serbios, demasiado artificial para mi gusto. Sobre todo, después de visitar Sirogojno. Valió la pena el camino hasta allí, un puerto de montaña camino del río Drina y de la ciudad de Visegrad, protagonista del nobel "Puente sobre el Drina", el autor más internacional del que presumen los serbios .


VRNJCKA BANJA

Zona de balnearios muy conocida en Serbia. Nuevamente, me decepcionó un poco la calidad de los servicios, pero valió la pena el paseo que pude compartir con mis padres esa mañana de domingo a pesar de que el tiempo no era ideal. Abajo, un momento de sol.


MONASTERIO DE ZICA

Y desde la tranquilidad de los spas, decidimos aventurarnos por las rutas de los monasterios ortodoxos del sur de Serbia. Dada la imposibilidad de visitar actualmente los de Kosovo, que son de los más representativos, nos decidimos por el de Zica, no menos importante. Aquí fueron coronados los primeros 7 monarcas serbios, y siempre fue enclave importante en contra de la resistencia turca. Desde que lo visité, lo he visto en montón de fotografías en la televisión y publicidad por las calles de Belgrado.


TOPOLA

Abajo, el mausoleo que la dinastía Karadjordjevic tiene en Topola (centro de Serbia). Está situado en lo alto de un montículo cercano a la ciudad y rodeado de un bonito bosque. Valió la pena el paseo después de una suculenta y grasienta hamburguesa en un grill cutre, pero auténtico, de la Serbia profunda, en donde nos acabamos encontrando a nuestro embajador :)

BELGRADO - ZEMUN

De vuelta a Belgrado, nos dedicamos a pasear por algunos de los rincones más bonitos de la ciudad. Para mi gusto, Zemun es uno de ellos por estar lleno de ese cutrerío gris y decadente del este del que hace unos días "hablaba" Odara. Abajo, otro momento de sol en un día en que había nevado (y volvería a hacerlo horas más tarde).

NOVI SAD

Fue una escapada rápida la que hicimos a la zona del norte, Vojvodina, pero creo que valió la pena. Aunque no me dijeron nada en concreto, creo que fue la que más les gustó. Probablemente por parecerse más a "nuestros estándares" de ciudad y grado de cuidado. En ella se nota mucho la influencia austro-húngara y poco o nada se asemeja a la algarabía "turca" del centro-sur del país. Abajo, vista desde la fortaleza de Petrovaradin.

Y entre escapada y escapada, hubo mucho turismo gastronómico, que siempre está muy bien, y no menos escapadas nocturnas y algún que otro baile en "kafanas"...

Espero que se hayan llevado una buena impresión y que ellos repitan y otros os animéis :)

domingo, 16 de marzo de 2008

Domingo, 16 de marzo de 2008.
18:38
Acabo de recuperar la libertad (física y, sobre todo, MENTAL).
Por fin.
A VOLARRR

domingo, 17 de febrero de 2008

17 de febrero de 2008

Son alrededor de las 4 de la tarde y las cadenas de televisión serbias, en plena sesión de “tarde de cine”, interrumpen por momentos su programación para conectar en directo con el parlamento kosovar. La emisión dura escasos segundos. En seguida, vuelta a la normalidad. Es como quien está nervioso porque algo está sucediendo y se tapa los ojos pero entreabre los dedos, como no queriéndose perder lo que pasa. A los pocos minutos, primeras manifestaciones de alegría en Pristina y primeras reacciones violentas en Belgrado, en donde sienten que “la cuna de su patria les ha sido injustamente arrebatada”.

Sentada en el sofá, con el ordenador en el regazo, no sé qué sentir… No me sé (ni creo que quiero) posicionar, pero supongo que el sentimiento de los que me rodea me invade. ¡Te han comido la cabeza!, pensarán muchos. Pues es posible, pero del mismo modo siento que las potencias occidentales se la han comido a muchos de mis compatriotas. En estas viejas historias, corre la sangre en ambas partes muchas veces, y no hay pelea alguna si dos no quieren. Y me molesta la frialdad con la que habla mucha gente en España. Supongo que hay que estar aquí para vivirlo de otra manera.

Que Kosovo sea independiente o no, como he dicho, ni me va, ni me viene. Pero no puedo dejar de pensar en los serbios que han quedado en los enclaves del ahora territorio kosovar “independiente”. De primera mano sé que viven con cortes constantes de agua y electricidad, que viven con el miedo metido en el cuerpo, como seguramente vivió en tiempos de Milosevic la población albanesa. Culpables unos, y culpables los otros.

Horas más tarde, vienen unos amigos a tomar café a casa. No nos atrevemos a salir de la calle por todo el revuelto que hay, que a medida que pasan los minutos se va volviendo más y más violento. Uno de ellos vivió en Pristina a finales de los 90, cuando se vivieron algunos de los momentos más críticos en la provincia; cuando la OTAN tuvo que intervenir y bombardear Serbia. Mientras tomamos café, cuenta en todo dulce y amargo a un tiempo la historia de Jelena, su hermana. Hace 3 años, el 17 de marzo de 2005, el día del comienzo de aquellas 3 jornadas sangrientas en las que extremistas albaneses arrasaron aldeas kosovares serbias, entre otras cosas, Jelena dio a luz a Vuk, su primer hijo, y cuyo nombre significa “Lobo”. Fueron días de nerviosismo, miedo y desconcierto,… Vuk fue el primero de los 6 varones que nacieron en la pequeña aldea de G., a escasos 6 kilómetros de la capital kosovar. Todos hombres. Cuenta la leyenda que en tiempos de guerra nacen más hombres que mujeres, historia que, afortunadamente, no me atrevo a rebatir. Hoy, 17 de febrero de 2008, día de la independencia kosovar, vuelve a reinar la incertidumbre en aquellas aldeas serbias. Tres años después, curiosamente, Jelena vuelve a dar a luz. Esta vez es niña: Mirna, que significa “tranquilidad”. Casualidad o no, todo parece un deseo de esos anhelados tiempos de paz. Pero sólo el tiempo lo dirá.

sábado, 16 de febrero de 2008

Revueltos

¡Vaya cosa rara! Como cada fin de semana, sigo sentada frente a la pantalla de ordenador y mi ventana (ya falta poco, muyyy poco para terminar). Hoy nieva, algo poco extraño dadas las fechas en las que estamos. Incluso en ciertos momentos, lo hace con intensidad. Pero lo curioso es que al mismo tiempo hay sol. Sé que es lógico y más que posible que dicha mezcla se dé, pero la sensación resulta, cuanto menos, extraña. La metereología y el los ánimos del país andan igual de revueltos. Kosovo ya tiene día y hora para su independencia: mañana. ¿Qué será, será?

jueves, 7 de febrero de 2008

...

Tal día como hoy, a falta de un cálido abrazo y mil besos debido a la distancia, me hubiera encantado coger el teléfono y dedicarle mil cariños a mi querida Elvira. Tal día como hoy habría cambiado el cero de su novena década por un uno, y estoy convencida de que habría esperado este día con impaciencia, contando con sumo cuidado los días, las horas, los minutos… que le faltaban. Supongo que era fruto de la edad, de esa etapa de la vida en que ya poco puedes hacer por ti solo más que mirar la televisión, hojear alguna revista, dar cabezadas en el sillón, conversar, pensar... Me cuesta creer que hoy no escucharé su voz porque ocho meses después sigo sin asumir que ya no está aquí. Sigo sintiéndola conmigo, lo cual es bonito y triste a un tiempo… No hay día en que no esté en mi pensamiento y nos acompañemos mutuamente, y al mismo tiempo me llena de impotencia saber que ya jamás le daré mis mimitos ni ella me responderá con sus abrazos o sus besos, con esas palabras que me sabía de memoria pero que estaba deseando que me dijera… Siempre pensé que llegaría a ser centenaria, así que hoy sigue cumpliendo años para mí, no importa dónde esté. Felicitats, üeleta.

miércoles, 6 de febrero de 2008

Unas gracias ¿intencionadas?

Para hoy, una imagen y escasas palabras. Acabo de llegar a casa y estoy agotada, pero la imagen dirá mucho más de lo que yo pueda ser capaz en estos momentos de agotamiento:


Un cartel, entre los cientos que a estas horas invaden Belgrado, agradeciendo a los votantes que el domingo optaron por el demócrata Tadic. He alucinado cuando lo he visto esta mañana. No bastó con el castillo de fuegos artificiales del domingo por la noche, ni con el piscolabis que se debieron de zampar a la salud del "pueblo".... Tenían que empapelar cientos y cientos de metros con agradecimientos. Y si, ya lo dice el refrán, que es de "bien nacidos ser agradecidos", pero no puedo evitar pensar en qué habría pasado si los radicales hubieran ganado. Seguro que toda esta inversión ya estaba hecha de antes (con toda probabilidad, también los radicales debían tener sus preparativos por "si aca..." y se los habrán tenido que tragar...) ¡Cuánto gasto genera la política, a mi juicio, estúpido e innecesario! Aunque quizá sean ya estrategias para ganar las próximas elecciones.

A esas conclusiones hemos llegado hoy con Sladjana, una ex-alumna con la que he comenzado a salir recientemente y que hemos descubierto que somos vecinas. Literalmente vecinas. En menos de un minuto estoy en su casa. Empezamos a salir porque nos encontramos un mismo días dos veces en la calle, comenzamos a hablar, y a partir de ahí salieron conversaciones muy interesantes. Me recuerda muuuuucho a la gente a la gente con la que salía en Barcelona. Alguien TOTALMENTE diferente. Estoy feliz. Echaba de menos estarme en casa de alguien hasta las dos de la mañana hablando, hablando, hablando, compartiendo, intercambiando opiniones, risas... Me recordó, no sé por qué, a mis tiempos de Erasmus.

Pues bien, esta mujer ha estudiado Derecho y Políticas y habían estado estudiando la nueva campaña política de los radicales, que ha sido dirigida por los americanos. Según ella, porque yo no he sido capaz de seguirla, ha sido brillante. Y de no saber de qué va el tema, se hubiera dejado convencer. Y aún la ha convencido más la serenidad con la que han reaccionado ante los resultados de los comicios. Todo el mundo pensaba que la iban a armar diciendo que los demócratas habían comprado votos, etc, etc, etc.... Pero no, Nikolic salió al escenario sereno, felicitó el nuevo presidente, y prometió aportar a Serbia mucho pronto. Comentaban Sladja y algunos amigos que han actuado de la mejor manera posible, dado que si ahora hubieran montado nuevamente "el pollo", en las próximas elecciones la gente se hubiera echado atrás. Ahora tienen al electorado ganado...

A mí esa fecha futura me queja lejos, pero ellos aseguran que no, que "en política hay que pensar en términos de futuro y a largo plazo". Parece ser que hace 10 años, en tiempos de Milosevic, los demócratas obtenían sólo un 5% de los votos... Quién les iba a augurar un futuro similar. En fin... será cuestión de esperar.

domingo, 3 de febrero de 2008

¡Novak presidente!

Vaya semanita… Intensa en todos los sentidos, aunque si por algo ha destacado ha sido por las elecciones presidenciales que hoy se han celebrado y que tenían (y tienen) al país dividido completamente en dos. De hecho, ha ganado el pro-europeo Boris Tadic por los pelos: 50,5%. Yo he respirado, si bien es cierto que sé que mucho del electorado de Tadic no lo ha hecho por convicción, sino por necesidad. Muchos han huido de los radicales y de la idea de la vuelta al pasado y a la época de Milosevic. Han optado por un Tadic que no presenta una política muy activa ni convincente en el día a día, pero que deja un halo de esperanza a la inmediata relajación en cuanto a la política de visados que rige a este país desde hace años, y a una futura entrada en la UE. Sólo espero ahora que Europa sepa responder como debe a este mensaje que le acaba de lanzar la sociedad serbia, en especial, los jóvenes, que han sido decisivos en el voto a Tadic.

Desde el 2000, cuando se derrotó a Milosevic, no se había movilizado tanto la gente por ejercer su derecho a voto. Pero esta semana todo el mundo hablaba de la necesidad de hacerlo, de manifestarse, de decidir el futuro de su país y el suyo propio. De hecho, tengo amigos que hoy se han recorrido más de 300 kilómetros (una burrada, para las infraestructuras de este país) sólo para poder votar.

Como bien podéis imaginar, el tema de conversación estos días allá donde fueras, independientemente de con quien estuvieras, eran las elecciones. Tanto, que he decidido ponerme al día en la política nacional, la cual no me había interesando lo más mínimo hasta el momento. De hecho, hace justo un año hubo elecciones parlamentarias y no sabía ni qué partidos había, ni cuáles eran sus candidatos, etc. Sí, lo sé, una vergüenza, pero es que la política en este paísss… en fin… Ya me avisaron antes de aventurarme por estas tierras; que mejor dejara a un lado ese tema, porque les gustaba demasiado, y no precisamente para hablarlo de forma normal y crítica, sino para lamentarse en su visión victimista y basada en “cualquier tiempo pasado fue mejor”…

Si bien es verdad que hoy creo que hemos avanzado un poco, falta por ver todavía cómo se va a resolver el tema de Kosovo. De momento, parece que la independencia no será mañana a toda costa, que era algo con lo que los kosovares habían amenazado si ganaba el radical Nikolic y que era algo que no me dejaba del todo tranquila. Si bien está más que cantada, sólo espero que lo sepan dirigir con tacto todos estos acorbatados que deciden desde sus despachos y sin pensar muchas veces en el ciudadano de a pie.

Un ciudadano harto de ver a políticos arriba y abajo, gozando de mil y un privilegios y siendo corruptos a más no poder; partiendo de la visión de que los que vendrán, no serán menos, y que mal por mal, mejor seamos todos corruptos y saquemos algo de provecho. Me parece taaaan taaan difícil cambiar el ritmo de esta sociedad… Es la típica pescadilla que se muerde la cola…

Y de momento, para consolarse, pues parece que el pueblo en los únicos en quien deposita su confianza y su esperanza es en los tenistas del país, sobre todo, en el joven Novak (Djokovic). Así es como habla todo el mundo de él, casi como con la confianza que se desprende de una amistad próxima. Ayer llegó de Australia, donde ha ganado el Gran Slam, y no podéis imaginar cuán abarrotadas estaban las calles para ir a recibirlo y a corearlo en la plaza del ayuntamiento, que también me queda al lado de casa. Pero más sorprendente todavía fue lo que sucedió el fin de semana pasado: el viernes a las 3.30 a.m. jugaba Ana Ivanovic y el domingo a las 9.30 a.m. Bien, pues EL PAÍS ENTERO no durmió (y os prometo que no exagero) para poder seguirlos y apoyarlos en vivo y en directo. Vamos, que si Novak se presenta a presidente, ARRASA.
(Me voy a ver qué pasa por ahí. Tengo la sede de los demócratas a un minuto de casa, está la gente echada a la calle y montones de coches dándole al claxon).

lunes, 28 de enero de 2008

Lenguas y sentimientos

Reconozco que el blog anda medio muerto en este año nuevo. Supongo que este ritmo escaso de entradas durará hasta marzo. Después, espero aumentarlo de forma notable ;-). Si bien no todo, la mayoría del tiempo os puedo asegurar que me lo roban las clases y la memoria, que ahí va, tomando forma. Ya empiezo a sonreír, al tiempo que me echo a temblar viendo lo que todavía me queda por currar. Estos días vivo entre sabores agridulces, académicamente hablando. Pero hoy solamente quería comentar algo que me ha pasado. Algo poco frecuente y por lo que me siento entusiasmada, porque me ha parecido un detalle muy bonito.

El año pasado, justo hace ahora 12 meses, comencé un curso de A1 en el que había una señora sefardí. He comentado ya en alguna entrada anterior que meses más tarde me acabé enterando de que en Belgrado existe una de las comunidades más importantes de los Balcanes, junto con la Salónica y un poco más al sureste, Estambul. En aquel curso, mis estudiantes tenían que elaborar un portafolio con los documentos del curso (elaborados o recogidos en clase o fuera) con los que más se identificaban y con los que más sentían haber aprendido y con ellos elaborar una carpeta. Además, debían explicarme la razón por la cual habían seleccionado aquellos documentos y no otros. Así pues, un portafolio, además de tener un sinfín de funciones que ahora no vienen al caso (tema al que me estoy dedicando estos días en la memoria), sirve también para “demostrar” el nivel que el estudiante tiene de español realmente y para vincular sus intereses personales con lo que aprende en el aula. Y eso me parece más que bonito.

Lo fascinante de aquel curso fue el portafolio que me trajo la señora MaSh: Aprendía español porque quería introducirse en el ladino, lengua que poco a poco se va perdiendo y que la comunidad quiere recuperar. Pues bien: al entregar su versión “definitiva”, aparecieron allí explicadas las razones que la habían llevado a inscribirse en el curso y sus tres canciones favoritas en ladino. Flipé. En primer lugar, porque hay muy poca gente con esos intereses; y en segundo, porque lo podía entender perfectamente a pesar de tener algunas huellas serbias. Evidentemente, le hice saber lo mucho que me había gustado aquel portafolio y a partir de ahí surgió una bonita amistad. Nos vemos poco, pero siempre que puedo me encanta tomar café con ella y que me cuente cosas.

Hoy, después de mucho tiempo, había quedado con MaSh y con dos exalumnas más que han estado 3 meses en Perú y están recién llegadas. Al sentarnos en la cafetería, MS me ha dicho que me tenía preparada una sorpresa: que había invitado a un amigo suyo a que se nos uniera. Un chaval de Sarajevo (hoy he descubierto que en ladino se llama Saray, qué bonitooo!), hablante nativo de ladino, que estos días está en Belgrado como profesor invitado a unas jornadas sobre Literatura Judeoespañola que organiza la Facultad de Filología. Quería ofrecerme la posibilidad de escuchar hablar ladino y de conversar con un nativo. Y sí, así hemos pasado las 3 horas siguientes contándonos historias sobre la lengua, los sefardíes, etc. Ha sido muy, muy, muy interesante y, sobre todo, me ha encantado conocer la influencia del “judeoespañol” en el serbio, que la hay :)

Ha sido una experiencia curiosa, ya que por momentos me daba la sensación de que escuchaba español actual, inmediatamente español antiguo, italiano, catalán, portugués,… todo mezclado, para acabar sorprendiéndome con una palabra alemana. Ha sido justo al hablar de los señores que estaban en la “Schank” (en la barra de la cafetería). Me ha hecho mucha gracia y le he preguntado que me imagino que, como todas las lenguas vivas, el ladino evoluciona y se amplia a través de neologismos, y que de qué lengua/s los tomaban… Pues de todo un poco: serbio, turco, inglés,… Cada comunidad, situada en diferentes lugares del planeta, la toma de su contexto más próximo (como es lógico), y luego se entienden a través de paráfrasis u otras lenguas, como solemos hacer los españoles al hablar con argentinos, peruanos, mexicanos… u otros hispanohablantes que nos quedan un poco lejanos geográficamente hablando.

Me ha parecido un detalle muy bonito por parte de MaSh.

Estos días, además de memoria, han sido días de recuperar sensaciones con los idiomas, ya que el sábado, sumergida en la lectura de un artículo en alemán, me percaté de cuantíssssimo tiempo hacía que no leía en esta lengua, y de lo bien que lo pasaba traduciendo de ella. De hecho, me siento mucho más cómoda al traducirla que en inglés. Cada frase, cada párrafo, es como un jeroglífico y yo creo que, aunque me cueste reconocerlo, tengo una mente un poco cuadriculada y matemática… Curiosa, la relación afectiva que se establece entre uno y las lenguas. Es también otro de los temas sobre el que estoy reflexionando mucho últimamente y sobre el que el viernes voy a hablar en un taller en la universidad. Ya os contaré.

En fin, es todo por hoy. Son las siete y ese “alguien”, apodado “Memoria”, me reclama.

domingo, 20 de enero de 2008

Resultados

Hoy también ha sido día de ordenador, con momentos buenos y momentos de estancamiento y crisis. Pero, afortunadamente, después de un paseo en buena compañía y un buen café todo se ve de forma muy distinta. Hemos salido a caminar ya tarde, sobre las 21.30, con el objetivo de dirigirnos al Parlamento para ver la “supuesta masa” de periodistas. Por desgracia, hemos llegado tarde. Ya habían empezado a salir los resultados de las urnas, y muchos se habían dirigido a las sedes de los partidos políticos y, aunque algunas me quedan cerca, he pasado de ir hasta allí. Tampoco me desvivo tanto por la política de este país.
Parece ser que han ganado los radicales, con un 39%, frente al 35% de los demócratas, que ocupan el segundo lugar. Si consultáis El País u otros diarios españoles, no os alarméis, por favor. Acabo de abrir la página y me ha impactado ese titular tan grande, tan llamativo, hablando del radical Nikolic. Tampoco es para tanto. Eso mismo sucedió también hace ya un año en las elecciones al Parlamento y se aliaron el resto de fuerzas para aislaros; parece que esa va a ser también la vía en la segunda vuelta.
No obstante, el hecho que aquí ha sorprendido a la mayoría ha sido la gran cantidad de gente que ha ido a votar: el 68% de la población que tenía derecho a voto, todo un logro después de la gran abstención que se pronosticaba. Además, hoy se celebra una gran “slava”, Sveti Jovan (es como el santo para nosotros, pero en lugar de estar relacionado con el nombre de una persona, protege a las familias. Ya me he propuesto hablar de ello alguna vez, pero siempre lo acabo dejando pasar. A ver si pronto lo hago), así que muchos iban a estar de celebración y se pensaba que no se dejarían caer por los colegios electorales. Pero no. Y me alegro.

Y para que nuestro paseo no se frustrase con el intento de fotografiar tal momento, he echado algunas fotillos de todas formas con la intención de fotografiar un elemento no menos sorprende a estas altura del año, mediados-finales de enero. He aquí los resultados. En concreto, tres fotos, ¿veis algo "raro"?



Pues sí, en efecto, los adornos navideños, que siguen puestos y probablemente lo estén hasta febrero, dado que aquí la Navidad y el Año Nuevo, entre otras muchas cosas, se celebran con 13 días de “retraso”. Siguen el calendario ortodoxo, como en Rusia, y de ahí que tengamos todavía la iluminación navideña (bastante más austera que en muchas de nuestras ciudades, eso sí, aunque tampoco necesitamos mucho más, seamos sinceros).

Pues nada, voy a ver si remato el trabajo del fin de semana. Estoy con ganas de clarificar ideas y escribir, así que esos momentos hay que aprovecharlos. Besotes.

Días de futuro

Debería irme a dormir, dado que son las 2:22 de la madrugada del sábado, y no es que esté especialmente fresca porque acabo de llegar a casa después de salir un rato porque el día ha sido de ordenador. Pero en realidad me apetecía compartir un poco cómo me ha ido la semana, ya que no he tenido demasiado tiempo para dedicarme a escribir. Bueno, la verdad es que escribir he escrito bastante esta semana, pero memoria. Claro está. Estos días he recibido un correo de mi tutora y los comentarios han sido muy positivos, lo cual me han dado mucho ánimo y ha contribuido a facilitarme la recarga de pilas para este último tramo que me queda. El más duro, sin duda. La propuesta práctica, que si bien creo que la tengo clara en la cabeza, se me presenta todavía confusa a la hora de plasmarla en algo concreto.

Está relacionada con un tema que puede sonar un tanto abstracto, pero que quiero convertir en algo práctico y tangible para que la gente le pierda el miedo. Se trata de la “autonomía del aprendizaje”, es decir, de la capacidad de cada aprendiz por responsabilizarse de cómo aprende, siendo capaz de reflexionar sobre cómo evoluciona, monitorizar su actuación (ir viendo qué logros tiene, qué problemas sigue teniendo,…), evaluar sus resultados y reconducir su aprendizaje conforme a sus necesidades e intereses. Es decir, uno puede aprender mucho más si es consciente de toda esta dimensión y sabe qué puntos fuertes y qué carencias tiene. De hecho, sólo así es como se las puede replantear y mejorar.

Pero todo esto, que desde mi punto de vista suena muy bien, es muy abstracto y general y, por lo tanto, no se le puede ir al alumno y venderle todo este tema porque seguro que a la siguiente clase no vuelve. Así que mi labor ahora empieza por crear instrumentos que permitan esa reflexión de su aprendizaje de forma pautada y progresiva y que no se alejen demasiado de aprender español, que es muchas veces a lo que cree el estudiante que viene únicamente. Ya os contaré...

Lo que sin duda necesito hacer estos días es establecerme un último plan de trabajo realista y muy concreto, dado que en dos meses exactos deberé tener la memoria más que lista. Justo el 19 de marzo va a llegar una de las visitas más deseadas desde que estoy por estas tierras, así que les quiero dedicar todo el tiempo del mundo. Después de lo que van a ser ya casi tres años, van a venir mis padres y mi hermana a verme, y estoy con una felicidad que no me cabe en el cuerpo. Sobre todo, ver a mi padre y a mi hermana por aquí, ya que mi madre vino el primer año. Pero me gusta que repita. Si de momento parece que los próximos años de mi vida van a transcurrir en el extranjero, digo yo que está muy bien que también ellos se planteen de vez en cuando coger un avioncito. Os digo que cada vez más siento que mi casa está fuera de Valencia y me gusta que la gente me venga a visitar a ese lugar en el que estoy, del que siento que formo parte. Y de eso me he dado cuenta especialmente estas vacaciones de Navidad pasadas, cuando mezclé por primera vez mi mundo de siempre con mi mundo belgradense. No sé cómo lo habrán visto mis padres, a los que siento no haberles podido dedicar mucho tiempo, pero yo he disfrutado estas vacaciones como hacía mucho tiempo que no lo hacía, dado que se han fundido dos mundos que para mí son necesarios y complementarios a un tiempo. Os juro que he venido con las energías muy cargadas, con esos vínculos que parecía que no iban a unirse nunca unidos. Copiando las palabras de Odara (espero que no te importe, menino), creo que todo esto se debe al poderles haberle ofrecido mi mundo a mis amigos de Belgrado. Con ello, ellos han empezado a participar de ese mundo, al tiempo que también ellos han dejado huella en mi lugar de siempre.

Por cierto, a raíz del sentimiento sobre el lugar al que ahora siento que pertenezco: es probable que mañana (bueno, hoy domingo) sea uno de los días más importantes en la historia de este país, y que de él dependan las acciones futuras de muchos de los españoles que ahora vivimos por aquí. Mañana hay elecciones presidenciales, y el futuro del país se debate entre integrarse como un país más en la Unión Europea, o en convertirse definitivamente en un islote aislado en el corazón de los Balcanes si no entrega a los criminales de guerra y no le da la independencia a Kosovo, hecho que veo más que difícil desde la perspectiva serbia. Así que, a pesar de que mañana son las primeras elecciones (la segunda vuelta está prevista para el 9 de febrero), casi todo el mundo está convencido de que pasarán los demócratas de Brois Tadic (que son los que ahora ocupan el poder y que venden una idea poco clara entre mantener Kosovo y apostar por la UE) y los radicales de Tomislav Nikolic, totalmente en contra de la independencia kosovar y defensores de un fuerte nacionalismo serbio, que es, para mi gusto, la peor enfermedad que ha padecido (y padece) este país. Siento no tener voto mañana, porque de verdad me encantaría ir a votar. Siento que también yo quiero decir algo en torno al futuro del país, que de lo que suceda mañana y los próximos días también dependen mis pasos en el futuro.

Pero bueno, para no andarnos con cosas tan futuras, mejor centrarnos en las del presente. La semana pasada ya conté la sesión de dentista que tuve. Pues bien, esta semana hemos rematado el trabajo. Me han puesto mi primer empaste blanco, todo un lujo comparado con los plateados de cuando era peque, me han blanqueado la sonrisa, y he quedado tan contenta que probablemente me acabe sacando las muelas del juicio el mes que viene. No es que sea capricho del momento. Es algo de lo que ya me había advertido el dentista en España hace un año o dos porque me salen torcitas y me provocan pequeñas heridas. Pero ya sabéis, una lo va dejando, dejando... Así que ahora me lo he vuelto a replantear ya que es algo que a la larga tengo que hacer, y qué mejor que hacerlo en una clínica donde me han tratado genial y el precio es infinitamente menor que en cualquier dentista español. Por cierto, supongo que para esa ocasión habrá nuevamente sesión de anestesia, porque afortunadamente esta semana no he tenido. Menos mal…

Y nada, por lo demás, todo ha transcurrido normal en el trabajo, en casa, reencontrando a algunos amigos, y descansando. La actividad de estas últimas dos semanas me tiene agotada, así que también digo yo que será hora ya de ir poniendo el punto y final hoy. Quizá mañana, si tengo tiempo, escribiré más, aunque preveo un día bastante completito: quiero ir al mercado por la mañana; a las 3 he quedado con Aleksandar, un viejo amigo, para tomar un café; después quiero volver a casa y hacer memoria; y por la noche, si puedo y el tiempo acompaña, quiero salir a la calle porque dicen que hay un montón de medios de comunicación de todo el mundo cubriendo las elecciones por el gran peso que tienen mañana. Presiento que va a ser un momento histórico para el país y me gustaría echar algunas fotos. A ver si sale algo interesante y las cuelgo, que también tengo abandonada últimamente mi página en flickr. Pues ahora sí, besitos y buenas noches.

domingo, 13 de enero de 2008

Agujas

Vaya semanitas… no sé muy bien cómo calificarlas porque, si bien no he estado estresada para nada (lo cual empieza a ser un poco extraño en mí, pero lo veo más que positivo), no he parado. De las navidades me gustaría escribir, aunque dudo que tenga tiempo dado que me encuentro inmersa en mi queridísima memoria. Fueron geniales. Hacía años que no disfrutaba tanto de unas vacaciones en mi tierra y, aunque es verdad que me hubiera gustado compartir más tiempo con mis padres, creo que dentro de lo que cabe he hacer algunas cosillas con ellos y con mi hermana. De hecho, es la vez que he vuelto y más los he echado (y echo) de menos a todos… Es como que por primera vez me he dado cuenta de que la tierra me tira, a pesar de que me encanta vivir en el extranjero y en Belgrado.

Pensaba que iban a ser unas vacaciones estresantes porque debía haberme dedicado a mi memoria, y tan sólo le presté atención los 4 primeros días ya que después vinieron Ivan, Bojana y Miki. El resto de las vacaciones me lo pasé de arriba abajo, entre Barcelona-Valencia-Verger... Contrariamente a lo que pensaba, esa desconexión me ha sentado genial. No obstante, ahora estoy “pagando esas pequeñas consecuencias”. Llevo 48 horas frente al ordenador, con unas ganas terribles de salir, pero intentando autoconvencerme que es mejor que me quede, que me inspire, que escriba. Pero es todo taaaan denso, tengo tanta confusión,… Me encuentro algo perdida.

Muchas veces me cuesta creerlo, pero no me reconozco en este modo de actuaciones y pensamientos. Siempre creí que sería una persona encantada de estar frente a un libro, frente a un papel… La verdad es que en el fondo me encanta, pero ha llegado un momento que no puedo más, que he visto que hay vida más allá de todo esto. Y quiero disfrutarla. Hay muchas más cosas más allá del español, del cervantes, del portfolio, y de mil historias más que, de no ser por que intento marcar distancias, me atraparían totalmente en su mundo.

Y así, medio atrapada, es como estoy desde el viernes por la tarde, después de una sesión de dentista un tanto particular. Me han detectado caries y, cagada, me presenté a una consulta serbia viendo que no tenía mayor solución porque el diente me dolía realmente. Asustada entré, y feliz salí, porque aluciné con la calidad-precio de los médicos de esta ciudad. Tanto, que he estado pensando en arreglarme algunas cositas que tengo pendientes por ahí. Sin embargo, quería contar algo estúpido que me pasó y de lo que prefiero reírme porque… no hay para menos.

Ya muchos sabéis el pánico que tengo a las agujas. Pánico que no sé muy bien de dónde me viene. Creo que de pequeñita, pequeñita, no le tenía tanto, pero con el paso del tiempo ha ido aumentando. No obstante, es más que evidente que cuando la cosa me interesa, pues me pongo las inyecciones que sean necesarias. Véase el caso de la India: 11 en un par de meses. Ahora bien, cierto es que los enfermeros me tenían que tratar como a una niña a la que le preguntaban qué había comido ese día, si le había gustado, cuál era su animal favorito… ¡Qué vergüenza!

Pero la vergüenza la pasé anteayer en la consulta del dentista. El chico, jovencito y majíiiiisimo, me iba explicando siempre paso a paso lo que me iba haciendo, lo cual está muy bien, pero que va un poco en contra de mi actitud: cerrar los ojos y que me haga lo que quiera, porque prefiero no ver. La cuestión es que cuando me dijo: “Now you’re gonna get some anestesia”. No pude evitar abrir los ojos, y allá que me vi la pedazo aguja entrando en mi boca. La de agujas como esas que me habrán puesto de pequeña, cuando me detectaron un montón de caries, y de las que ni me enteraba.

Pero anteayer, cuando la note en mi boca, me empecé a marear, a marear, a marear… Durante unos segundos, pensé que aquello era una gilipollez mía, que no quería decírselo al chaval, pero de repente me di cuenta que empezaba a perder la noción del mundo, tal y como me suele pasar cuando me desmayo (es que ya han sido varias veces, así que la sensación la tengo controlada J))). De repente, levanté la mano y le empecé a hacer gestos, indicándole que estaba mareada. Evidentemente, el chaval paró y nos empezamos todos a descojonar.

Muy agradablemente y como quitándole hierro al asunto, me dio tema de conversación, inclinó la silla para que tuviera las piernas elevadas,… y al ratito me dijo: “I must go on”. Y lo dejé volver a meter aquella agujota en mi boca. Nuevamente, lo mismo, pero por suerte, ya quedaba nada de anestesia. La verdad es que la hora y media que estuvo en mi boca, no me hizo nada de daño, y ya no me importó que me fuera contando lo que hacia, porque me relajé tanto que yo creo que incluso me quedé un poco dormida.

El martes tengo la segunda sesión y sé, por supuesto, que me vuelve a tocar dossis de anestesia. Iré comida esta vez, aunque temo que lo mío no sea por cuestiones de estómago vacío. Ya os contaré…

sábado, 5 de enero de 2008

Un no parar...

Vergüenza debería de darme, lo sé, pero estas Navidades poco o nada me ha apetecido sentarme frente al ordenador. Además, he estado (y con ellas sigo) con visitas serbias, así que no hemos parado ni un minuto, de arriba para abajo todo el tiempo. Anduvimos unos días en Barcelona, otros por la zona,... y hoy hemos pasado el día entero en Valencia. Bojana y Miki, mis vecinos, se han retirado, así que los hemos ido a acompañar. Ivan y yo lo hacemos el lunes, aún sin creerme que ya me toca volver al curro, a la rutina. ¡Qué miedo! ¡Qué tres meses me esperan! Aunque estoy convencida de que el año dará un vuelco a partir de finales de marzo, y para mejor. Porque bien bien, que se diga, no ha empezado este año en general.

En fin, que os dejo ya. Que llevo escasas horas dormidas, un montón de cansancio y todavía tengo que hacer un montón de cosas antes de irme a acostar. Mañana tenemos todavía tour turístico por la zona, aunque ya un tanto tranquilo: desayuno en alguna terracita acristalada; últimas compras (vino, queso, jamoncito,...); paseo por la playa; comidita frente al mar; café con algunos amigos; cabalgata de reyes y fiestuqui :)). El domingo, si todo va bien, lo pasaremos en Valencia otra vez. Y el lunes, ya con más calma y tranquilidad, espero poderos escribir ya dede Belgrado.

Mientras, besazos a todos los que sé que os mantenéis fieles y feliz año nuevo :)