lunes, 14 de mayo de 2007

Desde Grecia

Por fin... han sido casi dos semanas sin noticias, con muchos momentos de pensar que tenía que escribir esto, lo otro, aquello de allá, pero sin tiempo para sentarme. De hecho, en estos momentos puede que me quede sin conexión en cualquier momento porque estoy en un hotel "gorreando" conexión del primero que se conecta ;-)

Esta vez retransmito desde Grecia, uno de los tantos destinos que este mes de mayo me deparaba, pues ha sido un no parar: viaje urgente y relámpago a Valencia-Madrid por motivos de trabajo, día de cambio de maletas en Belgrado, y salida fugaz a Atenas-Salónica-Lárisa. Y aquí estoy de momento: en Lárisa, en pleno centro y planície de la península griega :)

Y es que esta semana son los DELE. Para quien no lo sepa (que creo que seréis la mayoría de lectores de este blog, aunque sois tan silenciosos, sin comentarios en la página, que ya empiezo a dudar si alguien lo lee :(( ), los DELE son los certificados oficiales de español. Es decir, la versión española del First Certificate, el Advanced o Proficiency,..., aunque estos los expide el Instituto Cervantes.

Estos exámenes tienen lugar en todos (o muchísimos) países del planeta y la duración habitual de las pruebas suele ser de dos días: un viernes para los exámenes orales, y un sábado para la administración de las pruebas escritas. Pues bien, en Grecia, el fenómeno DELE es desbordante y no duran 48 horas, sino 10 días, sesión de mañana y tarde y con numerosísimos tribunales distribuidos por toda la geografía helénica. Una auténtica pasada. Así que aquí estoy, participando en uno de esos tribunales, entre exámenes y vacaciones a la griega, aunque yo casi lo llamaría desconexión.

Y es que aunque es trabajo, en absoluto un examen se ve igual desde la perspectiva del examinador. Ahora entiendo tannnnnnnntas cosas que me decían mis padres cuando era pequeña y que yo no lograba entender. Ahora entiendo la innecesidad de angustiarse ante un examen, lo que se espera de ti, lo importante que es la organización en estas pruebas, lo recomendable que es dibujar una sonrirsa en tu cara,... En fin, que con esta tontería de pertener a un tribunal he aprendido un montón de cosas que, sin duda, me van a ser útiles el día de mañana para pasar el Proficiency, para acudir a una entrevista de trabajo, etc. Y además de todo estoy, me lo estoy pasando genial.

Este año estamos en el tribunal una chica del Cervantes de Berlín (Ana, un encanto), dos españoles afincados en Grecia (uno en Atenas, Iván; otro, en Salónica, Juan), que casualmente han resultado ser dos viejos conocidos ya, y una chica griega (Eleni), que me ha caído genial. La verdad es que hemos formado un grupito muy guay y yo me lo estoy pasando bomba, vamos... aunque también tengo momentos durillos: sobre todo, cuando el despertador me suena a las 6.15 porque el primer candidato se examina a las 7.45, o cuando el aburrimiento y sopor se apodera de mi a media mañana, después de haber escuchado 25 veces LA MISMA HISTORIA, sin exagerar. Pero no me quiero quejar. Sé que soy más que afortunada.

Incluso a veces, los alumnos, inconscientemente, te hacen algún regalo y consiguen arrancarte alguna sonrisa que más valiera que no se conviertiera en risa incontrolable, como me ha pasado hoy. Me explico. ¿No os pasado nunca el que estéis en una situación en la que no os debéis reir por respeto, pero justo en esos momentos os entra más risa que nunca y quisierais que la tierra os tragara? Pues en ese plan estaba yo estaba mañana. A cada candidato que pasaba, me entraba la risa fácil. Y es que a veces, cualquier desviación de vocal en una palabra insignificante para el estudiante, resulta ser todo un cambio de significado en español, lo cual acaba provocando situaciones de descojone total. Os paso algunas:

- (Una chica está describiendo una fotografía en la que aparece un botones en un hotel y suelta): "Veo en la fotografía un señor con una chaqueta con buzones (por botones)".

- (Otra está pidiendo en un restaurante): "Querría tomar una ensalada de aventuras (por ensalada de verduras)".

- (Otra estudiante que, supuestamente entra en un ayuntamiento para preguntar algo y nos suelta): “Buenos días, quiero una falda”.

- (Otro está explicando qué le gusta hacer en su tiempo libre): “A mí me gusta ir de deberes (de bares) con mis amigos”.




- (Otro candidato, éste de nivel superior): "Yo soy muy preservativo" (en lugar de "conservador").




- (Otro está preguntando en una academia por cursos de informático puesto que está interesado. La secretaria le explica si quiere un curso regular o intensivo, a lo que responde): “No, no, estoy interesado en hacer un curso irregular de informática para empezar el mes prójimo”.


- (Otra candidata describiendo una imagen donde un señor está colgando un abrigo. De repente, suelta): "El hombre está ahorcando su abrigo".




O te sueltan cosas que ni te esperas, como le sucedió a uno de los compañeros en uno de los tribunales:

- ¿Y a ti qué te gusta hacer en tu tiempo libre?
+ Salir con mis amigos, tomar café, ir a las discotecas y hacer el amor con mi novia.

Respuesta que, aunque natural, lícita y comprensible, no dejó de sorprender a los examinadores y, en consecuencia, provocó su descojone.

Y se pasa taaaaaan mal, sobre todo, cuando estás entrevistando al candidato, como hoy me sucedió. Cuando lo tienes cara a cara, y tienes que mostrarle que todo está tan bien, que lo ha dicho perfectamente. Hoy quería concentrarme, pero no podía ante la “ensalada de aventuras”… por unos segundos, el tono de voz me subió y me bajó, intenté tragar aire, concentrarme, desviar la vista de todo, sobre todo de la de Ana, que estaba justo mirándome y partiéndose la caja. Sobre todo porque, de lo contrario, hubiese estallado frente al candidato. Y claro, no era plan de frustrarlo ;-)

Y nada, que en breve vuelvo a Belgrado, desde donde espero continuar retransmitiendo. Mientras tanto, me quedan dos días de disfrute en Grecia. Hoy es la última noche en Lárisa, en nuestro querido hotel Divani, de 5 estrellas. El primero de esta categoría en el que me alojo… Flipo, pero en fin, ya que me lo dan, no me voy a quejar. Y mañana salgo para Salónica, donde pasaré mi última noche, probablemente de cena con Juan y algunos examinadores más. El miércoles, temprano, back home :)

3 comentarios:

Anónimo dijo...

El que no sé, és com podies aguantar-te i no riure. Jo no haguera pogut. Són d´acudit.
Besets

Odara dijo...

A mí me ocurrió una vez que, nada más entrar el candidato, le pregunté cómo se llamaba y, sin respirar, me soltó: "me llamo Artur y vivo con mis padres en una casa unifamiliar en las afueras de Varsovia". Se ve que lo llevaba preparado.

Otra tía un tanto papanatas, de nivel intermedio, estaba escenificando una escena en la que una persona tiene hambre y entra en un restaurante. Dijo algo así como: "Perdone, quería una polla". Aquí no nos reímos demasiado, pues es un error que se repite tanto que ya casi ni nos hace gracia. Así que mi compañera, que la estaba entrevistando, le contestó que no quedaba. A lo que la tía respondió con un tono de lo más bobalicón: "¡Oh, qué pene!". Yo me tuve que esconder detrás de la pantalla del ordenador, mi compañera optó por tirar el lápiz al suelo y agacharse a recogerlo...

Y como ésas, miles... ¡Es lo único divertido del DELE!

Recuerdo también una vez en la que el domingo por la tarde estábamos ya hartos de tanto examinar y nos tomamos un descanso. Empezamos a desbarrar: seguro que ahora llega una y dice "hola, me llamo Magda y estoy polaca". Desde entonces, la frase "estoy polaco" se repite casi en cada conversación. Si la analizas bien, verás que es muy útil. Por ejemplo, cuando llego a una fiesta y en vez de vino bebo vodka, explico "es que estoy polaco"... :D

mmelekk dijo...

jeje... pues menos mal que la anécdota del "¡Qué pene!" no me sucedió ese día que estaba tontorrona, porque te juro que me hubiese descojonado en pleno tribunal... De hecho, estoy aquí sola en la sala de profesores y temo que entre alguien y me haya visto partiéndome la caja sola frente a la pantalla :-/

En cuanto al comentario de "estoy polaco", te lo había escuchado en alguna ocasión :), pero no sabía de donde venía. Y la verdad es que, como bien dices, es útil y posible... Si es que esto del lenguaje y el contexto... ¡Qué mundos! :)