jueves, 7 de febrero de 2008

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Tal día como hoy, a falta de un cálido abrazo y mil besos debido a la distancia, me hubiera encantado coger el teléfono y dedicarle mil cariños a mi querida Elvira. Tal día como hoy habría cambiado el cero de su novena década por un uno, y estoy convencida de que habría esperado este día con impaciencia, contando con sumo cuidado los días, las horas, los minutos… que le faltaban. Supongo que era fruto de la edad, de esa etapa de la vida en que ya poco puedes hacer por ti solo más que mirar la televisión, hojear alguna revista, dar cabezadas en el sillón, conversar, pensar... Me cuesta creer que hoy no escucharé su voz porque ocho meses después sigo sin asumir que ya no está aquí. Sigo sintiéndola conmigo, lo cual es bonito y triste a un tiempo… No hay día en que no esté en mi pensamiento y nos acompañemos mutuamente, y al mismo tiempo me llena de impotencia saber que ya jamás le daré mis mimitos ni ella me responderá con sus abrazos o sus besos, con esas palabras que me sabía de memoria pero que estaba deseando que me dijera… Siempre pensé que llegaría a ser centenaria, así que hoy sigue cumpliendo años para mí, no importa dónde esté. Felicitats, üeleta.

3 comentarios:

Odara dijo...

Ay, ay, los aniversarios...
Un abrazo bien fuerte, menina.

Ferran Porta dijo...

Attzaar, quin escrit més bonic. Enhorabona per saber-ho expressar tant bé, i per haver tingut una üeleta que segur que t'estimava molt. Ua abraçada.

mmelekk dijo...

Hola Ferran, gracietes pel comentari. Sí, sé que m'estimava i jo a ella molt i molt... Era una persona molt i molt especial. En fi, la vida. Gaudeix de la teva :)... Em fas una envejeta molt sana.

Una abraçada i ens llegim