
Pues bien, hoy hace una semana que dejé de tomar azúcar. ¿El motivo? Gracias a los alumnos. Hace tres semanas, durante la pausa del sábado, fuimos a una cafetería para ir a comprar un hlada nes para llevar que, por supuesto, pedí cargado de azúcar. Al sábado siguiente, yo tenía que preparar unas fotocopias durante la pausa y me preguntaron si quería que me trajeran algo: "Un hlada nes" :) Y en efecto: a la vuelta, tenía el hlada nes sobre la mesa. Me puse a dar la clase y en un momento en que estaban hablando y trabajando en grupos, le di mi primer sorbo: "Hjjjjj... no tiene azúcar", fue mi primer pensamiento. Aunque después empecé a sorber y sorber y continué pensando: "Pues tampoco está tan malo"... Esta historia me sucedió dos semanas seguidas.
Así que he llegado a la conclusión de que soy capaz de tomarlo sin grandes, grandes esfuerzos, y que ese proceso a la larga tiene su recompensa :). Al fin y al cabo, recuerdo que cuando era pequeña tomaba una mezcla explosiva para desayunar que ahora no consigo entender cómo la podía tragar: Tanto para mi hermana como para mí, la leche tenía que llevar Cola-cao Y azúcar. Solamente Cola-Cao con la leche sabía FA-TAL. Ahora se me revuelven las tripas de pensar lo dulce y empalagoso que debía estar aquello... Tiempo después, conseguí tomar la leche únicamente con Cola-Cao, que fue mi primer gran paso hacia el abandono del azúcar... Después empecé a tomar la leche blanca únicamente con azúcar... y años más tarde, sobre todo, cuando empecé a viajar por Europa y a ver la deliciosa leche fresca que vendían en los supermercados, la comencé a tomar natural y blanquita, sin nada... Un verdadero logro :)
Sin embargo, desde el año pasado, me acostumbré a tomar el frappé o hlada nes para desayunar (similar a un café con leche a la española, pero frío, má o meno) o cuando voy a tomar algo en plan cafetería. Desde entonces me venía rondando la idea de abandonar el azúcar, pero me superaba... Y ya ves, llevo una semana sin probarlo. Esta mañana he tenido la tentación, pero he decido que mejor no, que no debía mantenerme estricta conmigo misma, puesto que un pequeño placer ahora podía provocar quizá mi recesión definitiva ;-). A ver qué tal aguanto estos primeros momentos de la vida de la ex-azucarera en la que la tentación aflora... Ya os contaré :)